Termómetro fallero

A partir de septiembre comenzará una serie de reuniones para ir perfilando el contenido del futuro Reglamento Fallero que no es otro que las normas a seguir por las fallas que componen la Junta Central Fallera y que serán actualizadas después de más de 23 años en vigencia del anterior Reglamento con la consiguiente desactualización de muchos puntos que necesitan ser refrescados.

Hay propuestas de todos los colores, tipos y ideas. Luego queda ver las que quedan y las que se aprueban para que sean vigentes un tiempo indeterminado.

Hay de todo, más llamativo y menos llamativo.

Como hay de todo en los componentes de las mesas de trabajo.

Con una enorme carga política donde los partidos han metido a sus gentes en las mesas para intentar arrimar el ascua a su sardina.

Por lo que habrá que estar atentos a los debates sobre ciertas propuestas para que no se cuele ningún sesgo político y prime el interés fallero en lo que se decida para el futuro camino de las fallas independientemente del color que gobierne la ciudad y por tanto las fallas.

La izquierda no quiere volver a cometer el mismo error que en los años 80 donde abandonó a las fallas y tratará de incrustar detalles ideológicos que beneficien su ideología y la derecha tratará de seguir conservando ese control mayoritario en las fallas conociendo como conoce el entramado fallero.

Luego está el valencianismo que ante la falta de representantes políticos estará presente con componentes de diversas asociaciones que intentarán empujar a los falleros a apoyar ideas propias.

Y es que al final, las fallas somos un reflejo de la sociedad, una sociedad polarizada como nunca desde el inicio de la democracia que intuyo hará que vivamos debates interesantes no exentos de ideología. 

Tras las vacaciones nos esperan semanas de noticias falleras.

Os trataré de contar como se desarrolla y de opinar sobre lo que vea.