Los movimientos internos y externos hacen crecer los rumores sobre una vuelta de Pere Fuset.
Cuando a finales de febrero de 2020 Pere Fuset dejaba la presidencia de la Junta Central Fallera para centrarse en la defensa de la acusación que sobre él pesaba por la muerte de un trabajador en Viveros el verano anterior, nada hacia presagiar de su posible vuelta casi tres años después.
El trabajo estratégico de Compromis para intentar que Fuset no se viera afectado políticamente por el suceso ha sido continuo y exhaustivo. Fuset era el llamado a suceder a Joan Ribó en la alcaldía de la ciudad, de ahí que el alcalde lo nombrara contra todo pronóstico máximo responsable de la Junta Central Fallera en 2015. De ahí también que los esfuerzos de los servicios jurídicos de la coalición de la sonrisa se centraran en minimizar los perjuicios que pudieran afectar a Pere Fuset.
Pues ese trabajo estratégico parece que está dando sus frutos. Así, tras las noticias que se han dado en este mismo medio sobre el posible acuerdo con los familiares de la víctima que intentan conseguir la aseguradora, desde la coalición parece que se ha recomendado a Fuset vuelva a verse en público en actos falleros, que vuelva a la escena pública. Así se le está viendo en eventos “vistosos” y llamativos como las presentaciones de los bocetos de las federaciones de Especial y Primera A por ejemplo. Eventos que citan a las más altas esferas de los lobbys de influencia falleros en la ciudad.
Cualquiera puede pensar que el hecho de que su fulgurante reaparición coincida en el tiempo con el anuncio de la retirada de Galiana como candidato a concejal por Compromís sea casualidad. Pero conociendo como se manejan desde la coalición, intuimos que no es así. El mandato parece claro, Fuset tiene que rearmar su imagen pública y tiene que volver a recuperar el pulso al ambiente fallero. Y así lo está haciendo. Esperando que el acuerdo con la aseguradora le libre del juicio y le permita volver a la presidencia fallera. Por ello se le ve en cada evento multitudinario departiendo con representantes conocidos falleros tratando de generar una complicidad dormida desde su cese temporal como presidente de la Junta Central Fallera.
Galiana ya no es un activo político válido para Compromís y a seis meses de las elecciones, la coalición no se puede permitir el lujo de tener desactivado ese valor de cara a la campaña electoral. Además, Fuset y Galiana están en las antípodas dentro de la propia formación política como se ha demostrado desde que el propio Galiana se hiciera con el control de las fallas en Valencia. Un Galiana enfrentado a los poderes que controlan la llamada “sectorial fallera” de Compromís a quien es más dócil y sumiso Fuset (aunque no tanto como les gustaría a los de la sectorial).
Todo esto augura una más que posible vuelta de Fuset a la presidencia de la Junta Central Fallera una vez solucionados sus asuntos judiciales, aunque sea antes de fallas... incluso de final de año.
