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Demostración de nuestra vulnerabilidad

 

Hoy tendríamos que haber empezado hablando de que hace seis meses que la dana destruyó muchas cosas en Valencia o de que el hermano de Sánchez se va a sentar en el banquillo por dos presuntos delitos, un presidente que tiene a su mujer imputada por cuatro delitos y a su hermano procesado por dos delitos y que en un país normal supondría la inmediata dimisión. Pero aquí ya sabéis lo que pasa tan bien como yo. Y así nos va.

No lo va a hacer como nadie se va manifestar hoy por habernos tenido más de 6 horas sin ninguna información de lo sucedido en el apagón. Hecho que, si lo hace un gobierno de derechas, hoy ardería España.

Pero no, tenemos que hablar del apagón que nos afectó a todos, es decir, a todos y a toda España. Algo insólito y preocupante. Y os detallo lo que pienso sin olvidar que la sensación que tengo y creo compartir con muchos de vosotros, es que nos van a contar lo que quieran y así lo llevan preparando desde ayer.

RAZONES TÉCNICAS

Dicen que una pérdida del 60% durante 5 segundos de la energía necesaria lo que ha provocado el colapso. Pero técnicamente creo que va más allá. Esa sería la principal razón técnica que parece.

No entraré en temas hoy por hoy conspiranoicos de un ciber ataque o un deliberado caos para desviar la atención vista la coincidencia de sucesos. Aunque no descarto nada.

Digo no entraré aquí, pero sigo buscando detalles que no creo que nos lleguen por los canales “oficialistas”.

Sin duda, todo parece indicar que la realidad es que se le está pidiendo al sistema más de lo que realmente puede aguantar. Los coches eléctricos, las nuevas tecnologías, las criptomonedas, la Inteligencia Artificial, la domótica, etc. Etc.

El constante aumento de demanda eléctrica contrasta con la progresiva eliminación de fuentes de energía como la nuclear o de carbón que, aparte de hacernos dependientes de terceros países, provoca un desajuste entre la energía demandada y la servida.

Lo que augura que esta no será la última vez que un apagón de este tipo suceda. Y os lo digo hoy 29 de abril. Guardad este comentario para el próximo apagón.

Porque no creo que este gobierno se ponga a trabajar para evitar que suceda. Es más, me atrevo a decir que le viene bien en ciertos momentos. Hasta el punto de poder convertirse en una poderosa herramienta de control social.

No olvidemos que el 9 de marzo de este mismo año se pidió parar a grandes fábricas para evitar un colapso.

CONSECUENCIAS

Las consecuencias las vivimos todos ayer de una manera o de otra. Pero la principal consecuencia es global, nos mostró la extrema vulnerabilidad a la que estamos expuestos de manera directamente proporcional al aumento del uso de las nuevas tecnologías. Una vulnerabilidad que dejó en entredicho detalles de los que hasta ahora nos estaban vendiendo como progreso pero que ayer cayeron por su propio peso.

Ayer solo se podía pagar en efectivo. Con lo que, si solo existiera dinero virtual, ayer no se hubiera podido comprar nada de nada desde las 12:30. Un dinero que por cierto, dependería de si tenemos electricidad o no. Por eso soy partidario de tener siempre efectivo en casa y en el bolsillo, una cantidad de emergencia. ¿Os imagináis que el próximo apagón dura varios días? Sin dinero, sin transporte público, sin tiendas abiertas por no poder pagar, sin servicios esenciales.

A quien pilló por la calle, en otra ciudad o en otro pueblo, sin dinero, sin nada que comer, tendría un día difícil porque los restaurantes tuvieron que tirar de lo que podían para tratar de abastecer a quienes entraban a sus apagados locales.

El coche, un refugio inesperado.

Ayer se convirtió en el único lugar donde podíamos cargar el móvil por si podíamos pillar cobertura, donde podíamos escuchar la radio para saber que pasaba. Porque ayer no podíamos saber nada de lo que sucedía por las redes ni por la tele.

MEDIDAS

Visto lo visto, creo que deberíamos tener en cuenta que esto no sabemos cuando puede volver a pasar y tomar medidas para poder sobrevivir.

Os voy a contar algo personal. Desde que el 29 de octubre pilló a un compañero en la A3 entre Bonaire y el barranco del Poyo, estuvo parado desde las 5 y media de la tarde hasta las 2 del mediodía siguiente sin agua en el coche y con el agua del barranco casi llegándole a la puerta, (afortunadamente no se lo llevó la riada y pudo arrancar el coche) llevo en el coche siempre 3 o 4 botellas de agua de litro y medio que voy renovando semanalmente.

Mi familia y mis compañeros de grabación de programas de fallas Nuria y Fer os pueden dar fe de ello.

Pues a partir de ahora creo que añadiré algo de alimento no perecedero y lo dejaré en el portamaletas junto al compartimento del kit de emergencia de pinchazos por lo menos para poder comer algo. Por lo que pueda pasar.

Además, creo que me plantearé llenar el depósito de gasolina cada vez que llegue a la mitad para poder tenerlo siempre lo más lleno posible. Un coche al ralentí gasta un litro a la hora aproximadamente, lo que indica que puede durarnos un día entero en caso de emergencia.

De los coches eléctricos no hablo.

Otra medida será tener en casa alimentos para varios días, alimentos no perecederos tal como nos tocó comer ayer. O bien un hornillo de emergencia para, por lo menos, preparar café o algún plato de pasta o similar.

Dejo para el final lo más importante para mí, el dinero en efectivo. Tan necesario ayer como he comentado antes.

Algo que deja en el aire la conveniencia del dinero electrónico, el euro digital, que se pretende implementar en la vida cotidiana y que ayer se demostró que nos convierte en mucho más vulnerables y controlables. Si dependemos del dinero electrónico, sin luz no tenemos nada de dinero. De hecho, ayer estuvimos horas sin tener nada de dinero. Y es algo que deberíamos plantearnos seriamente.

Además del control que supone quien controle la electricidad y el dinero, si quieren que no gastes más de 10 euros al día, te lo podrían hacer. Tienen la herramienta necesaria. Si tienes el dinero en efectivo, eres libre de gastarte lo que quieras donde quieras. Si no nos damos cuenta de esto, vamos al abismo social.

CONCLUSIÓN

AL final, la conclusión que nos queda es entender que el progresismo y la comodidad en varios aspectos de la vida es tan efímera que un solo interruptor puede desnudar nuestra vulnerabilidad.

O entendemos la situación o los hechos minarán nuestra vida diaria.

El sistema ya no da más de si. Nos metemos en mayores consumos sin buscar más fuentes de energía.

No obstante, creo que esto será como otras cosas, los primeros días bien, pero luego nos olvidaremos tan pronto como volvamos a la rutina.

PD: Ayer, comer sin ver la tele y sin tener el móvil al lado a ver quién nos escribía un WhatsApp o quien decía algo en las redes, encima hablando entre nosotros, a los que lo vivimos así hace décadas me pareció hasta romántico.

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