
¿Y ahora qué? Una semana de la llamada, ya tenemos falleras mayores y cortes de honor 2026. Ya hemos terminado de hablar de los jurados y sus tropelías

¿Y ahora qué?
¿Esperaremos un año para que volvamos a hablar de los jurados y sus tejemanejes?
¿Aprovecharemos que el año que viene serán 146 candidatas nuevas que nada tienen que ver con las de este año ni sus familiares tampoco para volver a las andadas?
¿O nos ponemos a trabajar para minimizar la sensación de que casi todas las que salen son enchufadas?
Es que a final es eso, al final la sensación popular es que si no tienes padrino no te bautizan. No digo que lo sea o no, digo lo que se habla en la calle. Algo que los que están en las élites suelen olvidar cuando acceden a ellas. Bien sea políticos o cualquier otro ámbito como las fallas.
No nos engañemos. No seamos inocentes, o mejor, que no nos tomen por tontos.
Haberlos, haylos. Y haberlos los habrá.
Pero ¡hombre! Vamos a disimular, ¿vale?
En estos días he mantenido multitud de conversaciones sobre el tema y he sacado varias conclusiones que quiero compartir con vosotros.
Aparte de lo que ya os he dicho, hay otra sensación que es que ni los presidentes de falla ni los de las agrupaciones tienen mucho interés en que esto se solucione. Pues en la próxima asamblea tienen la oportunidad de exponer el descontento que sus falleros tienen con el sistema y con lo sucedido y desmentir esa creencia popular.
Por otra parte hay quien dice que no falla el sistema de elección, fallan las personas. La muestra está en que este año se ha hablado mucho del jurado infantil y casi nada del mayor, el año pasado fue al revés. ¿Verdad?
Pues lo mejor es que los jurados no intentaran aprovechar el momento para meter a nadie, tampoco para quitar, que de todo hay.
Otra cosa podría ser establecer herramientas para que en cualquier momento del proceso se viera un exceso de interés por incluir a alguna candidata aunque no reúna las condiciones mínimas auto impuestas por el jurado del momento, o se descubriera alguna falta de honestidad en la imparcialidad supuesta, como ha sucedido este año, que ese jurado pudiera ser apartado al momento para no contaminar el resultado y minimizar el sentimiento generalizado y repetido de enchufismo de las cortes. De esta forma, los jurados tendrían mucho cuidado para no quedar marcados popularmente, como también ha sucedido este año.
Sea como sea, cualquier otro sistema que no fuera el sorteo, sería susceptible de críticas y de comentarios. Por eso tenemos que entender que si queremos dotar de credibilidad al proceso en general, empezando por las preselecciones en el río, debemos de atarnos los machos ponernos trabajar en serio y buscar soluciones.
Y un último apunte sobre los enchufes. Hay quien habla de que hay dos niñas hijas de corte de honor de otros años en la corte infantil, pero olvidan que había una hija y dos sobrinas de falleras mayores de Valencia de otros años que no han salido.
Igual el problema no es ese...
Termino con la misma pregunta:
¿Nos tomaremos en serio el proceso para que el año que viene no se repita lo de este año? ¿O se dejará morir como una "serpiente de verano"?
PD: Es hoy y sigo sin entender porqué se publicaron nombres y apellidos de unos jurados con supuestas relaciones personales con familiares de candidatas y de otros jurados no.







