A veces calor y sequía.
No os quedéis en la superficie. Arriesgad.

Languidece agosto, un mes que no ha sido tranquilo como tradicionalmente suele suceder.
Un mes que ha servido para mucho y para muchos. Y no hablo de política, la cual ya cansa pues algunas esperanzas han ido mutando en decepciones que muchos esperamos sean enmendadas, para eso se votó el cambio.

Hablo de sociedad, de la realidad que estamos viviendo y que hace años llevo denunciando donde los grandes medios y grupos de opinión perfectamente articulados han sembrado una idea de los hechos acorde con sus objetivos sociales

Ves los telediarios, lees los diarios, abres las redes, hablas en la calle, comentas en grupos de WhatsApp y compruebas apenado la dirección que ha tomado esta sociedad en la que nos vemos obligados a convivir.
Tailandia, calor, sequía, ahora Rubiales, mañana será otra cosa, da igual, lo que quieran, lo que elijan, lo que decidan que puede ser bueno para entretener al pueblo con el circo, el pan ya llega vía maná a modo de ayudas y paguitas. “Al pueblo, pan y circo”, decían los romanos, sigue vigente, y con más fuerza.

Os hablan del calor, os asustan. Pero no dicen por qué hace más calor. Os cuentan que hay sequía, pero no os dicen por qué. Quizá un ordenamiento muy estudiado y detallado de la optimización de los recursos hídricos de España con trasvases y no destrucción de presas y pantanos, nos evitaría ahora esta situación de emergencia. ¡Pero claro! Perdería fuerza el argumento del cambio climático y se perdería con ello el enorme volumen de negocio que genera con la excusa de culparnos a nosotros de los males que se producen.

Mientras os entretienen con Tailandia, no os dicen que el aumento de la delincuencia es tremendo en España con impotencia de la policía para detener a los delincuentes o retenerlos en las comisarias con tretas perfectamente hilvanadas para sacarlos de los calabozos. El desánimo de la policía va en aumento exponencial. Además de como se silencia el origen de los ejecutores de la gran mayoría de hechos delictivos y agresiones sexuales tal como denuncia el inspector de policía cesado Ricardo Ferris, a quien, por cierto, nadie le ha demostrado que mintiera cuando dijo que la práctica totalidad de delincuentes detenidos en Valencia eran de origen extranjero.

No hablan de la cantidad de millones de euros que se dan en subvenciones disfrazadas de ayudas sociales pero que en realidad son compras de voluntades con vuestros impuestos que nos empobrece a la vez que genera vagos que viven de nosotros.

No os dicen nada de la realidad que se vive en el sector primario, campo y ganadería, donde la desaparición de plantaciones y animales de granja es vertiginosa y muy preocupante. Vemos a nuestro amigo Juanvi el Palleter desgañitarse cada día denunciando abusos y fechorías sin que nadie se haga eco de ello ni aborde con seriedad las posibles soluciones.
Un ejemplo es el aceite de oliva, donde no se ha ayudado a los olivos españoles y se fomentan en Marruecos, un país donde, por cierto, se denuncia que algún supermercado español está promocionando arroz que luego se vende en España.

Os asustan con la subida de los precios, pero no os dicen por qué estos precios han subido tanto, por qué el Gobierno no ha tomado medidas para que esos precios no suban. No lo ha hecho porque le interesa que estén altos, es profundo de explicar, pero es así.

Os entretienen diariamente con noticias falsas como la reducción del paro cuando es mentira. La muestra está en que, con un supuestamente más alto índice de personas trabajando, las horas producidas son las mismas que con mayor paro. La figura del “fijo discontinuo” es la mayor estafa de empleo jamás tramada en España.

Dedican horas a un beso dado por alguien que utilizó dinero de la Federación Española de Fútbol para orgías con chicas jóvenes de la que ninguna feminista dijo nada, por cierto, pero no dicen nada de la cantidad de violaciones que se producen cada día en España y que son ocultadas por razones ideológicas (y el origen de los violadores).
Precisamente, las que más hablan de este beso, son las que callan con la suelta de violadores por la Ley del “Solo si es si”. Feministas que critican a un diputado que hace 20 años tuvo un incidente con su ex por lo que fue condenado, pero callan ahora con la presidencia del Congreso cuya titular evitó investigar los abusos a menores en Baleares.

Nadie habla de la gasolina que, estando el barril más barato que hace un año, ha subido más y nos está ahogando.

O las políticas con la vivienda que provoca que la oferta sea cada vez menor tanto de alquiler como de compra. Un ejemplo es el hecho de la subida de los alquileres provocado por la eliminación de la cuota a la inmobiliaria por parte del inquilino que, al tener que ser asumida por el propietario, hace que éste incremente esa cuota en el importe total del alquiler.

Podría seguir, pero veo lo largo del texto del que aún me queda mucho por escribir y me abrumo.

Cortinas y cortinas de humo diarias para que la realidad sea difuminada y los movimientos ideológicos sean desarrollados con una ingeniería social detallada y tremendamente quirúrgica sin dejar ningún cabo suelto.

Tanto que, incluso con un relevo político sería tremendamente complicado poder deshacer esta trama construida.
La ausencia de contrapuntos a estos desmanes es muy preocupante.

Uno empieza a preguntarse muchas cosas. Pero muchas.

Y esto que he contado es tan solo una pequeña puntita de un iceberg que puede ser de un tamaño tan descomunal que, si se mueve un ápice, provocaría un terremoto social.

Hay un gas latente que con una chispa inesperada, puede estallar en el momento más inesperado.

Es mi opinión sin más intención que divulgarla.
Siempre vuestro:

PEPE HERRERO.