ARTÍCULO DE OPINIÓN. Por Ramón Bernabeu.

Creo en la necesidad de analizar el transcurso de la fiesta a lo largo de su historia, pues Lógicamente se aprecian cambios en la evolución de nuestra Ciudad, cambios en nuestros habitos, en la idiosincrasia, cambios de orden político, asi como cambios en nuestras legislaturas.

A todo ello añadimos el aumento de nuestras Comisiones, llegando en la actualidad a mas de 380, lógicamente con una variación muy importante del espíritu original de la fiesta, en cuanto al concepto de la misma en sus inicios.

Debemos recordar la solemnidad de nuestras Ofrendas,de nuestros pasacalles de la Crida, las exaltaciones de nuestras Falleras Mayores, en el marco incomparable del Teatro Principal, el respeto a los dirigentes de la fiesta en todos sus ámbitos desde

Las propias Comisiones a la Junta Central Fallera, y principalmente a la Asamblea General de Presidentes, ya que como emana de nuestro Reglamento tiene la condición de Soberana, aprobando ó denegando los diferentes aspectos presentadosPor el mundo fallero. Pero los distintos cambios tanto en los estamentos municipales y nuestras interpretaciones, cohartan la realización de muchos aspectos de La fiesta, en la mayoría de los casos, y también la entrada en vigor de la nueva Ley de Regimen Local, que en algunos casos oprime muchas decisiones del mundo fallero, teniendo en cuenta que es el que con su esfuerzo sufraga los gastos de la fiesta, y siendo apoyados por la aportación municipal, ya que se trata de la mayor fiesta de la ciudad.

Muchos de estos actos no son posibles actualmente habida cuenta del crecimiento de la Ciudad, por lo que creo debemos seleccionar los distintos actos e intentar la mayor dignificación posible. Una prioridad para poder realizar todo ello es tambien adecuar nuestro Reglamento Fallero (14 años de antigüedad), actualizándolo de acuerdo con las actuales condiciones generales del desarrollo de la Ciudad.

Sigo pensando que las decisiones sobre la realización de la fiesta, entre los falleros y la Administración se deben de tratar en la Asamblea General de Presidentes, y no como en la actualidad que para tratar asuntos transcendentes para la fiesta se traten a través de la Interagrupación, la cual esta ejerciendo una grandísima labor, asi como algunos aspectos que se tengan que consultar con el legitimo Organo como el Consejo Rector Fallero (sin ninguna afinidad con la Fiesta).

Sobran entidades,foros, asociaciones, etc.. debiendo dotar de la mayor eficacia a la Junta Central Fallera, siendo la autentica sede de decisiones de las diferentes propuestas de las Fallas, tramitando todas aquellas sugerencias y actuando como organizadora y coordinadora.

RAMÓN BERNABEU

Presidente del  Circulo de Opinión Bunyol D´Or I Brillants ab Fulles de Llorer