El nuevo presidente del PP valenciano empieza a marcar sus líneas de trabajo
para desarrollar la labor complicada pero llena de esperanza de volver a conquistar la presidencia de la Generalitat Valenciana para los populares.
Conocedor de que un residual de votos que provienen de un valencianismo latente, pero oculto tras la maraña de siglas de formaciones regionales y mentiras compromiseras de denominarse “valencianistas”, le puede dar la victoria, ha comenzado su labor de recuperar esos votos huidos tras los pactos de sus antecesores con Pujol para la creación de la AVL.
Y así se ha reunido con Lo Rat Penat y la Real Academia de Cultura Valenciana para mostrar sus credenciales. Hecho que no ha pasado desapercibido para la izquierda valenciana toda ella catalanista ni para los partidos valencianistas.
La izquierda porque ven que una labor de décadas puede verse truncada si las encuestas se confirman y el PP gobierna con Vox, lo que llevaría a una revisión de lo que hasta ahora impera por una parte en la enseñanza, en instituciones y en la vida pública, que es un avance continuo del catalanismo en cultura, economía y sociedad, por otra un trabajo de sedimentación en los jóvenes para que cada vez naturalicen que hablamos catalán, que nuestros hermanos son los países catalanes y por otra que nuestras relaciones comerciales tienen que ser centradas en Cataluña y Baleares, esto como parte de la construcción de esos países.
Pero esta quimera artificial se puede ir desmontando si entran estos dos partidos en el gobierno autonómico. Saben que la dictadura lingüística con sus millones de beneficios a los promotores del catalán en nuestra tierra puede volar y con ello frenar el avance del futuro y anhelado por la izquierda, “proces valenciano”. Base para construir el “país de països”.
Y por otra parte también se han molestado parte de los irrelevantes partidos valencianos que hasta ahora han sido incapaces de crear una fuerza regional conjunta y fuerte quienes le recuerdan a Mazon que fue el PP el que abrió el camino de la catalanizacion de la Comunidad Valenciana llevado a cabo por estos gobernantes con la creación de la AVL.
Dato cierto. Pero si me dan a elegir, prefiero que el PP reconozca su error (o sus múltiples errores) anteriores y rectifique dejando claro su apoyo a la cultura valenciana en detrimento del constante catalanismo promovido por la izquierda valenciana, con ello, ahogar económicamente a la AVL haciendo que las normas de la RACV sean también oficiales y se promuevan las verdaderas formas valencianas que os pongo cada día en los cuadros azules, a que se vuelva a echar en brazos de la AVL que hemos visto como depende hoy en día claramente del Institut d’Estudis Catalans.
Carlos lo sabe y busca esos votos que pueden ser vitales.
Con esta actitud tanto el PP como VOX tendrán mi apoyo.