Partidos políticos valencianistas.
La amplia oferta de partidos valencianistas existentes desvirtúa el mensaje e impide que haya una verdadera opción que pueda albergar los votos descontentos con los partidos existentes actualmente.
A los 11 que ya he nombrado en algún otro post, se puede unir algún otro encabezado por alguna persona relevante.
Aunque esto hoy en día es complicado, quien tiene un nombre en política sabe que liderar una opción regional es un camino lleno de obstáculos casi insalvables y desprestigiaría su imagen.
La imagen de estos partidos desde la desaparición de Unión Valenciana ha sido siempre pobre, de una estructura débil, con unos nombres poco conocidos y una escasa masa social que les permita llamar la atención. A todo esto es une que la apariencia es de que andan entre ellos a la gresca, son imposibles de sentar en una mesa donde impere el benefició general antes que el particular y que lo único que defienden es la bandera y el idioma.
Esto reduce mucho la posibilidad de crear un partido o coalición sólida que ofrezca una alternativa real a los partidos que obedecen a sus jefes de Madrid o Cataluña. Más viendo como se suceden reuniones y asambleas donde impera el cainismo. Y me explico.
El máximo problema es que mientras se anhela un Palleter, la amplia oferta de ínsulas políticas que ahora se ofrece impide que nadie destaque. Y si lo hace, de inmediato las tribus cercanas se lanzan al ataque viral para que no siga ganando en popularidad. Y así es imposible. Además de no participar en actos conjuntos o unidos en manifestaciones.
Mientras tanto, los partidos que ahora gobiernan son conscientes de que la diferencia actual de votos ronda los que estos partidos puedan conseguir fruto del descontento o desinterés de la gente con la política.
Así, en la ciudad de Valencia, la diferencia entre el bloque de izquierda o derecha puede ser de unos 3.000 votos para que gobiernen unos u otros. Son 3.000 entre casi medio millón de votantes. Imaginas la importancia de estos votos que se llevan los partidos valencianistas para nada.
Esto en un verdadero obstáculo a la hora de conformar una opción valenciana alejada de centralismo o pancatalanismo.
Y desde la derecha lo saben.
Pero ¡ojo!, hay que tener cuidado con las maniobras de crear algún partido regional para luego ofrecer esta posible unión valencianista como trofeo de "caza" política a sus líderes nacionales. Puede ser contraproducente
