El nuevo presidente popular ha entrado de lleno en la escena valenciana gracias al incondicional apoyo de Génova.
Esto ya de por sí es un aval para poder acometer movimientos y estrategias encarados a recuperar la hegemonía en la Comunidad Valenciana.
Y así, no ha pasado desapercibido el hecho de su reunión con los dirigentes de la AVL, ni para el valencianismo ni para el catalanismo.
Por una parte ha sorprendido que una de las primeras reuniones que haya tenido como presidente del Partido Popular regional haya sido con esta entidad, e incluso los titulares hablan de una sintonía que perfectamente puede cuadrar con actuaciones anteriores del propio Mazon en instituciones autonómicas. Sobre todo viendo como ha variado la postura en contra que mantenía su antecesora Isabel Bonig.
Por otra parte en ambientes más ladeados a la izquierda y simpatizantes con el catalanismo se aplaude esta reunión con visos de cambio en la dirección ideológica. Todos sabemos que la izquierda valenciana es totalmente catalanista, Y ver que el líder popular simpatiza con esta entidad les gusta.
Pero a mí me gustaría analizar esta situación desde otro punto de vista.
Los que me conocen de cerca en reuniones que tengo con asociaciones y partidos valencianos saben que constantemente les estoy hablando de estrategias carentes hasta ahora en los movimientos políticos de la derecha y del valencianismo. Por tanto, considero que debo analizar esta reunión alejado de la visceralidad que nos supone el rechazo a la ideología de la AVL.
Son muchos los comentarios de rechazo a esta reunión que he visto. Incluso dentro de círculos del propio Partido Popular ha sorprendido esta reunión y no ha pasado desapercibida.
Pero me gustaría matizar algunos detalles. Primero, los titulares pueden ser llamativos, pero hay que leer los artículos y las explicaciones desde ambas partes para saber la realidad. Y lo que habría que hacer es preguntarse si se reunió como presidente de la Diputación de Alicante o como presidente regional del Partido Popular. Porque en el primer caso es lógico que reciba a todas las instituciones que le piden una reunión.
En segundo lugar, posiblemente habría que plantearse que se está haciendo desde el mundo valencianista para ganarse a los dirigentes populares que cada vez parece más cerca que gobiernen en 2023.
O mejor, matizo, ¿que se está haciendo desde el mundo valencianista para ganarse la simpatía de aquellos que ven una opción válida en el Partido Popular independientemente de lo que haga con la AVL para que cambien su voto a un partido local?
Desgraciadamente la izquierda ha conseguido con la lengua una poderosa arma ideológica, y a su vez ha conseguido que la defensa del valenciano auténtico sea visto como incultura Y cada vez llama menos la atención. Llegando incluso a niveles hasta hace poco impensables como fue el hecho de que la Mesa de las Fallas difundiera un comunicado en una dura versión de la AVL rallando el catalán puro Sin que nadie le sorprendiera ni le molestara.
La diseminación de partidos valencianos (tengo contabilizados hasta 13 aparte de un par de agrupaciones de partidos locales) y su parecida oferta con los mismos argumentos empiezan a quemar al electorado que se ve saturado de buenas intenciones pero pocas acciones.
Esto provoca que el voto útil de la derecha siga estando en dos partidos nacionales nada más.
Lo que también hace perder credibilidad a los argumentos empleados por estos partidos locales en su mayoría escasamente estructurados con incapacidad manifiesta de unirse entre todos y crear una, o como mucho dos opciones con posibilidades reales de representación institucional.
Y entre estos argumentos está el tema de la lengua que como he dicho antes, cada vez preocupa menos a la ciudadanía. Y eso Carlos y su equipo lo saben. Pero también son conscientes que esa diseminación de votos hacia estos partidos valencianos que critican su gestión, puede hacerles perder la alcaldía o la presidencia de la Generalitat valenciana como pasó en 2019.
No olvidemos que la ideología de estos 13 partidos es de centro derecha, por tanto, los votos que reciben salen del caudal del PP y ciudadanos
Pero a su vez también son votos que se pueden cansar de la diseminación valencianista y volver al PP porque vean, a pesar de la lengua, que es el único partido, o uno de los dos únicos partidos, que les puede representar en mayor medida con verdadero voto útil.
Esta vuelta de votos de partidos valencianistas no va a ser frenada por criticar al PP ni por su historia con la creación y blindaje de la entidad AVL ni por las reuniones que Carlos Mazón tenga en este sentido.
Ante la inoperancia de los partidos locales incapaces de moverse con una estrategia social efectiva, creo que hay que empezar a pensar que la visceralidad no funciona y habría que iniciar movimientos de más calado para conseguir los objetivos anhelados.
Al final hay que ser frío y analizar la realidad desde un punto de vista efectivo. En las últimas convocatorias en las urnas, si fuese por la red habría ganado podemos de calle, y si fuese por los mítines habría ganado VOX con mayoría,
Pero al final la realidad es otra.
No nos dejemos llevar por los espejismos
