Hace pocos días se presentó un nuevo partido político valencianista.
En los próximos días parece que se va a dar a conocer otra formación política con los mismos tintes.
Y es de alabar el esfuerzo y la ilusión de todos por tratar de recuperar el terreno perdido político en la Comunidad Valenciana y ofrecer una opción de centro derecha valencianista.
Pero quedan dos años y quizá deberíamos plantearnos muchas cosas y analizar detenidamente la situación.
Voy a intentar explicarme dando mi opinión totalmente abierta a matices y diferencias.
La radiografía de la situación actual se resume en la izquierda que sigue su curso de imponer su ideología entregada a la idea de lo que desarrolla la llamada Agenda 2030 con una fuerte carga de catalanismo con lo que ello conlleva. Todo sin reparar en usar torticeramente todo lo que tiene a su alcance.
Y por otra parte el centro derecha con un Ciudadanos cuya marca puede quedar muy tocada el día 4 de mayo. Con un VOX que en Valencia no termina de cuajar una opción realmente ilusionante también pendiente de las autonómicas de Madrid y el PP que parece en proceso de rearme permanente desde el 2015 sin que encuentre el camino de la estabilidad interna. Hablo a nivel autonómico. Los municipios son cada uno un mundo distinto.
Este escenario político está siendo un camino de rosas para Compromís y el PSPV a quienes no les sopla nadie la nuca y ven el panorama abierto. Las encuestas así lo dicen a pesar de los casos de corrupción y de malas prácticas políticas que salen a diario de estos dos partidos. Y quedan dos años para mayo del 2023.
La falta de liderazgo en las tres formaciones de centro derecha se acusa y mucho. El electorado siente que no hay nadie que ofrezca una alternativa real para encabezar la rebelión debido en gran parte a que los tres partidos dependen totalmente de Madrid para tomar decisiones de calado. Y esto parece que lastra posibilidades de descubrir nuevos talentos que deslumbren.
Y vamos con la parte delicada. La que se mueve dentro de los partidos locales y regionales. Voy a intentar explicar lo que siento y lo que veo desde mi posición.
He hablado con todos los partidos valencianistas y valencianos activos que buscan consenso, unión y ver de que forma se puede mostrar una opción que convenza al electorado y considere que esta opción se convierte en un voto útil. Todos me hablan de lo mismo. Pero luego apenas hay reacción en este sentido. Es más, de estas reuniones, en lugar de generarse unión, han salido dos partidos más.
Me siento verdaderamente algo frustrado, que no derrotado. No confundamos. Frustrado de no saber hacer llegar el mensaje que trato de enviar en las múltiples reuniones colectivas e individuales que he mantenido durante los últimos cuatro años.
Mirad, el problema está en que llevamos tantos años viendo como los partidos valencianos son irrelevantes en las elecciones una tras otra que el margen de credibilidad es nulo. Acrecentado con la constante creación de partidos nuevos. Lo cual desorienta aún más al electorado a quien hay que ofrecerle algo realmente creíble, algo más que un nombre y un grupo de personas entusiastas y dispuestas a emplear su tiempo y algo de su dinero para que su marca se escuche y se vea.
Hay dos objetivos primordiales que creo que no se tienen en cuenta.
Uno es que la gente necesita ver un proyecto sólido e ilusionante con una estructura de partido implantado en buena parte del territorio valenciano y la otra es presentar que hay un grupo de gente que quiere trabajar y sacrificarse por ese proyecto en equipo y no por ser el líder.
Pero ¿Qué estamos trasmitiendo entre todos?
¿Alguien se ha preguntado como nos ven y que debemos corregir?
¿Alguien piensa que credibilidad damos tan diseminados?
Yo os lo digo. Nadie, pero es que nadie somos en estos momentos nada en la política valenciana cada uno por su lado. Pero nada. A la hora de conseguir representación en las instituciones.
Nadie puede pensar que su partido es la panacea. Si es así, os adelanto que estamos TODOS muy equivocados.
Siento ser así de directo. Pero es la realidad. Mil o diez mil "likes" en las redes no garantizan nada.
Hasta que no entendamos que los tiempos han cambiado y que habría que hacer un grandísimo examen de conciencia para saber donde estamos, lo que buscamos, como lo podemos conseguir y con qué contamos para ello, no tenemos nada hacer.
Si todos buscamos lo mismo ¿por qué tantos partidos?
¿Por qué no pensamos que hay que trabajar con lo que nos une, que es mucho, en lugar de tener en cuenta lo que nos separa?
¿Cuándo vamos a abrir los ojos y dejarnos de complejos y miedos?
No podemos culpar a los demás siempre de nuestras desgracias. Así nunca daremos con la clave.
O somos valientes o seguiremos siendo lo que somos. NADA.
Y seguirán decidiendo por nosotros desde Madrid y Barcelona.
Hay demanda. Pero estamos siendo incapaces de fabricar una oferta.
Nuestra tierra es preciosa, pero la estamos dejando perder.
(Foto: Valencia Bonita)