Perder los miedos. Unirse. Demostrar fortaleza social y poner encima la verdad que machaque las mentiras “oficiales” que trabajan para asolar nuestra personalidad
En esta imagen el pez grande son el tripartito y los pequeños somos la multitud de asociaciones, partidos y entidades que cada uno por nuestro lado vamos pegando palos de ciego y encima nos reímos de los otros peces pequeños si son dejados en evidencia.
Hasta que no peguemos un puñetazo en la mesa y entendamos que la única ¡ÚNICA! salida es que nos unamos todos ¡TODOS! y logremos convertirnos en la segunda imagen, no tendremos nada ¡NADA! que hacer. Pero es que nada. Y lo estamos viendo a diario. Aún a costa de perder el miedo a que nos llamen ultraderechistas y fascistas. Piropos que cuanto más nos lo digan, señal que mas les estamos ganando.
Hay que acometer varios factores determinantes que nos permitan luchar con las mismas armas.
No es de recibo que el tema de los trajes de Camps (por poner un ejemplo) estuviera un año en portadas y hoy, cuando se cumple tres semanas desde que el ex de Oltra fue condenado en firme por abusar de una niña en acogida con el intento de la Conselleria de ocultar y el trato vejatorio a la niña, haya pasado al olvido y nadie en ningún medio o red social hable ya de ello. Y como ello los cientos de desmanes que los gobiernos del PSPV y Compromís se descubren a diario.
El tema de los medios es algo sobre lo que debemos de incidir todos los días, no para que ahora nos traten a nosotros así, solo para que sea ecuánimes y equilibrados (ya es penoso en una democracia pedir algo que debería ser normal) y que solo se dediquen a informar en lugar de ser instrumentos de manipulación ideológica.
Primero miedo: que los periodistas pierdan el miedo a ser despedidos y exijan ser respetados por todos los partidos y no se dejen utilizar ideológicamente.
El Segundo Punto que hay que acometer es uno que no es inmediato pero la experiencia nos dice que es muy efectivo: LA EDUCACIÓN.
Los padres tienen que dejar de ser los peces pequeños que son comidos por el grande que es la Conselleria de Cultura junto con los inspectores, directores e centros y profesores afines que van copando poco a poco las escuelas de afines que permiten enseñar barbaridades en nombre de la privacidad que permiten las aulas.
Ahí también pido un esfuerzo a los profesores que no quieren que la política entre en sus clases pero que son obligados.
La muestra es que, por ejemplo, muchos de los dirigentes de Compromís y Podemos vienen de la enseñanza. Imaginad las enseñanzas que ellos han promovido en sus clases. Sé que muchos de los que me leéis habéis sufrido tener que callar las barbaridades ideológicas para poder aprobar.
Eso sin contar con el sacrilegio que se está haciendo con el idioma valenciano, anulado en la enseñanza y en la cultura para implantar el catalán.
Todo ello con el objetivo de llevarnos a un “proces” a la valenciana.
Empezar a unirse llevaría a la segunda imagen.
Y el tercer miedo, aunque aquí mas que el miedo es eliminar otros temas, es el de entender la situación, es que los partiditos y entidades que se autoproclaman como líderes de opinión patriota valenciana cuyos líderes se creen la reencarnación del Palleter, despierten de una vez y comprendan que aquí no hay Palleter que valga.
Aquí tenemos que apelar de nuevo a la segunda imagen y juntarnos todos porque el Palleter no debe ser una persona. Debemos ser todos.
Pero sim complejos, sin miedos, sin tonterías, sin remilgos.
Hasta que no entendamos que el barco debe acoger a todos los que estamos peleando por lo mismo y unamos nuestras fuerzas latiendo con un solo corazón por nuestra patria valenciana, contando con lo que nos une que es mucho más de lo que nos separa, hasta entonces seremos la imagen donde el pez grande del comunismo independentista que gobierna nuestra tierra nos coma día a día y devaste nuestra historia, nuestra cultura, nuestra personalidad, nuestra economía, nuestra lengua, nuestra forma de vida.
Debemos de Luchar por estar todos juntos y conseguir ser la segunda imagen. Hasta entonces, tenemos la batalla perdida.
Y cada día más.
No nos debe de importar de dónde venimos cada uno. Nos debe importar donde vamos todos juntos.
Así con todos juntos, los periodistas perderían el miedo y no se dejarían manipular.
Así los padres perderían el miedo y no dejarían que adoctrinaran a sus hijos.
Así los ciudadanos sabrían que hay una fuerza política y social que ampara a quienes quieren vivir en paz y recobrar la ilusión por pertenecer a una gran tierra como es la Comunidad Valenciana.
Y no lo digo yo. Es lo que hay. Hasta que no lo entendamos todos, no haremos nada.