Era cuestión de tiempo. El feminismo radical está decadente.
El feminismo actual, el absorbido por la ideología comunista, el que se emplea como piedra arrojadiza contra el hombre en lugar de ser defensor de la mujer, ese feminismo sectario, empieza a hacer aguas. Empieza a perder peso en la sociedad.
Cada vez más son las mujeres "de verdad", no las que tienen un casoplón, emplean a amigas en ministerios y cobran un pastón ascendiendo a niñeras a cargos públicos, las que no se identifican con esta idea.
Y es otra de las lacras que hay que ir erradicando de la convivencia, el feminismo de salón al que los problemas de las mujeres no les importan. Solo las subvenciones que reciben por estos chiringuitos montados para cobrar dinero sin hacer más que chochocharlas o charlas de menstruaciones.
A las mujeres maltratadas hay que ayudarles de verdad, no de boquilla. Imponiendo leyes severas para los que las maltratan o los que las asesinan.
Las abogadas que en un proceso de separación invitan a denunciar a su marido por violencia de género cuando es falso para obtener más beneficio e incluso quedarse con los hijos, el coche y la casa arruinando la vida a su ex, perjudican mucho más a las mujeres de lo que piensan.
Que la prueba de cargo contra un hombre sea la palabra de la mujer sin necesidad de demostrar nada anulando la presunción de inocencia del hombre, es gravísimo e inconstitucional y les hace perder credibilidad a las que de verdad lo sufren. Tan malo es el silencio ante un acto de violencia machista como utilizar esto contra tu pareja para conseguir más beneficio en un juicio por separación.
Luego, los espectáculos que estas feministas de medio pelo están dando a diario que están acabando con su credibilidad.
Solo se preocupan si los delincuentes son españoles o si las agredidas son de izquierda.
Así vemos como una vez más impiden que se investigue el abuso a menores en Baleares, gobierno del PSOE. En Valencia hemos visto como Mónica Oltra intentó desde su consellería exculpar a su ex marido y actuó de forma totalmente sesgada en contra de lo que hizo en Segorbe, por cierto, cuyo acusado salió absuelto mientras que a su ex con muchas más evidencias lo mantuvo.
El bochornoso episodio que con lo de Rocío Carrasco se está viviendo, sin entrar si tiene razón o no, es otro más de los casos que hacen desconfiar. Porque si la ministra entró para defender a Rocío, los internautas se preguntan porque no quiere que se investigue el caso de Baleares, por ejemplo.
Y eso sin contar con el 8-M del año pasado y de éste.
Todos sabemos que buena parte de culpa de que los contagios fueran mayores en marzo del 2020 fue por no tomar medidas antes para no tener que suspender las manifestaciones feministas.
Este año hemos visto como "sospechosamente" los contagios caían en toda España en las semanas previas al 8-M y luego subió de nuevo.
Tan solo en Madrid se prohibieron las manifestaciones. En el resto de España no cuando otras de otro tipo han sido duramente criticadas.
La parcialidad con el que las feministas tratan ciertos temas como las manadas, va calando en la sociedad.
Así vemos como las manadas de Pamplona o los chavales de la Arandina sufrieron un acoso mediático sin precedentes, conocíamos sus nombres, apellidos, donde trabajaban, mientras que las otras muchas manadas que protagonizan delincuentes de otras nacionalidades quedan impunes mediáticamente.
Todo cuenta, todo se va sabiendo. Y como he dicho en el post anterior, las redes sociales están desbaratando otro de los pilares ideológicos de la dictadura comunista que intentan imponer en España.
Admiro a las mujeres que de verdad luchan día a día por la igualdad. IGUALDAD. Es decir, MUJER=HOMBRE.
Esto es lo que veo y así os lo escribo.