El control de la comunicación y de las opiniones es fundamental a la hora de construir una dictadura ideológica.
Y eso lo saben muy bien quienes ya lo han puesto en práctica.
Las leyes de manipulación de masas de Goebbels o las descritas por Noam Chomsky son ejecutadas al milímetro por este gobierno apoyado en los medios de comunicación afines ideológicamente conocidos que tratan todo el día de volcar la opinión pública a favor de sus patrocinados.
Así vemos como televisiones como TVE, La Sexta, parte de Cuatro y parte también de Tele 5, con el manipulador mayor llamado Jorge Javier, son la punta de lanza del resto de medios. Radios como La SER, algunos programas de Onda Cero, diarios como El País y digitales como los podemitas Público, Huffington Post o el recién creado por Iglesias para Dina, Última Hora y también agencias como EFE o Europa Press, se encargan de alimentar a las audiencias constantemente de ideología afín a los partidos de la ultra izquierda que gobiernan en España.
En Valencia tenemos los ejemplos del diario Levante EMV y, por supuesto, a la televisión autonómica totalmente sectarios escorando a diario las noticias hacia la ideología comunista y separatista que desarrolla Compromís con el apoyo del PSPV (el catalanismo del PSPV, aparte del nombre, Pais Valencia, pais es parte de paisos, va en aumento diario) quienes se radicalizan de manera creciente.
Pero ese cálculo mediático les empieza a fallar y tiene que ir modificando la estrategia inicial si quieren conseguir el objetivo de conseguir que España se convierta en una Venezuela europea, en una dictadura comunista.
Los medios, como puntal básico de esta intención ideológica les está empezando a titubear y con ello los objetivos. Os cuento lo que veo.
Primero, deciros que el tema de las redes sociales es fundamental para que este titubeo suceda. Cada vez menos, la gente se cree lo que estos medios publican y recurren a las redes, sobre todo tuiter, donde los miles de tuits sobre cada tema conflictivo junto a imágenes y vídeos, te permiten ver la realidad de los hechos por mucho que se intente manipular desde los medios mencionados arriba.
Y eso a pesar de la censura que estas redes han impuesto viendo como cierran cuentas de inclinación hacia la derecha por tonterías argumentando incitación al odio pero cuando esos mensajes claros de odio vienen de podemitas o socialistas no sucede nada.
Hace unos días, foros de policías de toda España publicaban un llamamiento pidiendo que no se manipulara la verdad de los hechos como hicieron estos medios que he comentado arriba con lo sucedido en Vallecas.
Ahora hemos visto como tras los cambios en TVE, hay rebelión interna y el Consejo de Informativos ha comenzado a intentar recuperar la credibilidad del medio caída a mínimos junto a la audiencia pírrica por su sectarismo.
Ya han comenzado a señalar a los verdaderos culpables de este desastre y poniendo nombres a quienes contribuyen a este deterioro de la marca TVE.
Recordamos los rótulos tendenciosos de "Cachitos", los "errores" con las fotos de las infantas o el famoso rótulo de que la princesa hacía como su abuelo que supusieron el despido de los autores.
Pues detalles como estos son los que ahora van a intentar erradicar desde la propia TVE para devolver la credibilidad al ente nacional.
Y detrás de ellos vemos como en las redes, la noticia también manipulada de medios del régimen como La Sexta o Tele 5 son de inmediato contestadas por mensajes en contra de esa manipulación dejando en evidencia que han perdido la ventaja que tenían del control de las redes que tanto les ayudó a subir al poder.
Ya no la tienen como antes. Y lo saben. Pero esto no debe de ser más que el principio de un trabajo conjunto que entre todos debemos de seguir desarrollando para que frases como la de la ministra Yolanda Díaz ensalzando el comunismo diciendo que es "igualdad y riqueza" no sean silenciadas por estos medios que luego se rasgan las vestiduras si ven un águila de San Juan.
Hay que romper las cadenas que los medios nos han impuesto. Y va a llevar trabajo y esfuerzo colectivo.
Hay que estar ahí.
Algo va cambiando.
