No es una exigencia. No es un capricho. No es una banalidad.
Es una necesidad imperiosa de supervivencia.
Y así hay que decirlo y demostrarlo.
Quien no lo vea así es que no entiende de qué va esto.
Y no me habléis de “fiesta o salud”, sobre todo cuando habéis callado en las manifestaciones antifascistas o feministas. Sobre todo cuando calláis viendo cómo va el metro en hora punta. Sobre todo cuando vais a centros comerciales llenos de gente. Sobre todo cuando vamos a centros médicos donde es imposible mantener las distancias de seguridad.
No me habléis de fiesta o Salud cuando no tenéis ni idea de cómo lo están pasando miles de familias por el cierre de sus negocios relativos a las fallas.
¿Os habéis preguntado por la salud de esta gente que hace grande a las fallas?
No me habléis de “fiesta o Salud” cuando vemos la falta de medidas en actos donde participan los políticos que nos encierran en casa y nos prohiben las relaciones sociales.
No permito que nadie me dé lecciones de moralidad de gente que por una parte lo hace pero por otra siento que me toman el pelo.
Es cada vez mayor la sensación popular de eso, de que nos están tomando el pelo aprovechando la pandemia y de qué mucho interés no ponen en erradicarla como si lo están haciendo otros países de ideología distinta además de que el virus afecta más o menos dependiendo de qué tipo de evento se trate.
Las fallas hay que plantarlas si o si este año. Con las medidas de seguridad que sea. Es evidente que asumiendo menos riesgos que asumimos cuando subimos en el metro o participamos en una manifestación.
Con las restricciones que sean.
Pero es algo vital para la supervivencia de la enorme industria que genera la fiesta, algo vital para que la recuperación económica sea más rápida tras la pandemia. Algo vital para el mantenimiento de la cultura y tradiciones.
Felicito y me uno a la petición de la Interagrupacion y de las entidades falleras que ayer sí que pusieron los puntos sobre las “íes” a los gobernantes autonómicos valencianos.
La gente está muy cansada de todo esto. La muestra es la cantidad de falleros que ayer se vistieron. No los culpéis a ellos. Me niego. Culpad a los gobernantes que no han querido gobernar la pandemia de cara al pueblo y solo lo han hecho para conservar sus cargos.
Es normal que pase esto. Hastiados de ver cómo se están cercenando derechos mientras que cuando llegan eventos como el 8-M “misteriosamente” las cifras caen a mínimos increíbles “sólo en España” y vuelven a subir tras ese día.
Hay que plantar, hacer ofrenda, quemar y finalizar reinados “como sea”. Pero hay que hacerlo.
Es una necesidad.
Y el que tenga miedo que no participe. Igual ya no sube en coche por miedo a un accidente o ya no fuma por miedo a un cáncer de pulmón o ya no bebe por miedo a una cirrosis.
(Foto Levante EMV)