¿Como puede afectar a la Comunidad Valenciana?
Es lo que me ocupa y me hace pensar esta mañana. Es lo que nos debe de preocupar a los que sabemos que nuestros dirigentes comunitarios y municipales están muy influenciados por lo que sucede en el norte Mediterraneo español.
Conocemos las simpatías que estos dirigentes nuestros tienen con los catalanes. Es lo que nos tiene que poner en guardia.
Aunque visto lo visto, viendo como ha ganado un ex ministro con 80.000 muertos a sus espaldas por la nefasta gestión de la pandemia, segundo partido el que tiene a su líder en la cárcel por golpista y el tercero que lo tiene fugado, habría que analizar qué mueve a la gente a votar a unos o a otros.
Cierto que en la CV no existe ese nivel de independentismo que fluye por Cataluña. Por mucho que se intente desde muchos frentes como la enseñanza o la administración autonómica. Y eso nos permite albergar esperanza de que a corto plazo no suceda lo de allí. Pero tampoco nos podemos dormir pues ese trabajo de arrasar con nuestro pasado para despersonalizarlo y construir un nuevo relato de pueblo que nos acerque a Cataluña sumado con el intento de interiorizar conceptos calcados a nuestros vecinos, no cesa detalle a detalle.
Y no nos extrañe que con el separatismo vencedor se acreciente con un silogismo disfrazado habitual.
Ante la duda de la postura del PSC, con la debacle de un Ciudadanos que deja a Toni Cantó casi sin partido y un PP que comienza a cuestionar el liderazgo de Casado y su estrategia, teniendo como tiene a figuras potentes como Ayuso y Almeida, y donde en Valencia la figura de Bonig no termina de despegar ni llegar con fuerza, vemos a
Vox que vuelve a ser protagonista como partido emergente pero ya con poca sorpresa y cada vez más fuertes.
Y todo a pesar de cinturones sanitarios, calificativos de ultraderecha o ataques del propio PP que se le han vuelto en contra, por cierto.
El PP y Ciudadanos deberían de plantearse su liderazgo nacional si quieren sobrevivir, es mi opinión. Por mucha valía que tengan sus candidatos autonómicos, su mala gestión les ha perjudicado mucho. Y a nivel autonómico nuestro, la diferencia de potencia entre Toni Cantó y Isabel Bonig es abismal, es más, Toni abandera una oposición mucho más clara que Isabel a las tesis separatistas y socialcomunistas que defienden Compromis y PSPV.
Los discursos de Cantó toca mucho más la fibra de los ciudadanos en sus problemas reales donde los sabe conjugar con sus condicionantes ideológicos haciéndose entender de forma muy clara.
Sinceramente creo que el nivel de amortización política de Bonig debería de evaluarse buscando un lider real para un PP descosido a quien la poca visibilidad de los líderes de Vox en Valencia le permite albergar esperanza de Resurrección o, cuanto menos, mantenerse en los números actuales pero con escaso margen de triunfo.
La muestra es clara, decidme cuántos discursos se han vuelto vírales de Bonig, de Llanos y de Cantó. Y tendréis la respuesta.
Con todo, la mayoría separatista en Cataluña debería se aprovechada en la Comunidad Valenciana como ejemplo de lo que no se debe de hacer. Para eso hace falta habilidad política y ausencia de complejos. Ya veremos.
Para finalizar un detalle: siempre que los que se autodenominan “antifascistas” dicen que “no pasarán”, refiriéndose a los que ellos llaman “fascistas”, éstos pasan. La historia lo dice y la historia se repite.
Ayer pasaron. Igual es que los verdaderos fascistas son los que llaman a los demás fascistas. ¿Verdad?
Así se lo recuerdan con ironía.
¡Ah! Como siempre, es mi opinión.
