Esta es la pregunta que se lanzó al aire ayer en la rueda de prensa conjunta
del Gremio de Sastres y Modistas, el Colegio del Arte Mayor de la Seda y la Asociación de Comercios de Indumentaria Valenciana, Asciva, tras mostrar los números sangrantes que deja las restricciones sanitarias que ha provocado una reducción de la facturación en conjunto de un 90%.
Este es el comunicado publicado:
LOS ARTESANOS DE LA INDUMENTARIA TRADICIONAL FESTIVA, LOS INDUSTRIALES SEDEROS Y ORFEBRES LUCHAN POR LA SUPERVIVENCIA
Ayer por mañana se ha presentado un estudio que muestra la grave crisis que está viviendo el sector de artesanos sederos, indumentaristas y orfebres.
El Colegio del Arte Mayor de la Seda, el Gremio de Sastres y Modistas de Valencia y la Asociación de Comercios de Indumentaria Valenciana (ASCIVA) se unen con el objetivo de pelear por el reconocimiento que merece este sector. La unión de estas tres instituciones, representadas y coordinadas por José María Chiquillo, han elaborado un estudio que valora el impacto económico y laboral causado por la pandemia de la COVID-19 en los artesanos sederos, indumentaristas y orfebres tras la suspensión de las Fallas 2020 y la cancelación, por el momento, de las del año 2021.
Este estudio ha recogido la información de 120 empresas dedicadas a este sector con los datos económicos, de facturación, costes fijos y variables, datos laborales y de fiscalidad de los ejercicios 2019 y 2020. Sobre ellos, se ha realizado una comparativa y se ha podido extraer, de forma palpable, los resultados que demuestran la agonía que sufre la indumentaria tradicional festiva valenciana con una disminución de la facturación de más de un 90% entre el ejercicio 2019 y el 2020.
“La situación de nuestro oficio es agónica. No hemos podido trabajar desde que se decretó el estado de alarma. Las administraciones tienen, de una vez por todas, encima de la mesa datos, cifras y números reales que no dejan lugar a la duda. Un sector que no tiene ingresos no puede tener prácticamente 10 millones de gastos y, desde aquí, hacemos un llamamiento unánime a que las administraciones hagan algo por este oficio que lleva más de 10 meses sin trabajar”, ha argumentado Fran Tochena, presidente del Gremio de Sastres y Modistas.
En noviembre de 2016, la fiesta de las Fallas fue declarada por la UNESCO Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y, como tal, las administraciones públicas deben comprometerse a velar por la salvaguarda, potenciación y promoción de los elementos patrimoniales de la fiesta.
“Muy posiblemente las futuras Falleras Mayores de Valencia no tengan quien teja su espolín si esta situación sigue así. Si queremos salvar este sector, que sostiene una parte importantísima de la fiesta de las Fallas, hay que poner más números encima de la mesa. Quedan únicamente siete fabricantes sederos y nos estamos jugando la continuidad de poder fabricar seda en Valencia, como se lleva haciendo desde hace 500 años”, ha afirmado Vicente Genovés, presidente del Colegio del Arte Mayor de la Seda.
Por su parte, y para acabar con el turno de palabra de las instituciones implicadas, la presidenta de la Asociación de Comercios de Indumentaria Valenciana (ASCIVA), Irene Sancho, ha apoyado cada una de las palabras anteriores y ha añadido que “todas aquellas corporaciones que no se vean afectadas por estos números no tienen corazón. Estamos en la situación más crítica que podríamos estar. Se ha contabilizado el cierre de 17 tiendas y detrás de cada comercio, además, hay más trabajadores que, aunque no resulten visibles a los ojos del consumidor, están ahí. No podemos permitir que nos dejen morir de esta manera.