Me ha sorprendido lo que Carlos Galiana ha escrito sobre el pequeño comercio en Valencia en Twitter.
Critica al PP porque según el ha pegado un viraje muy grande en la política frente al pequeño comercio.
Y para ello muestra recortes de diarios con noticias de hace unos años cuando gobernaba el PP.
Hay algunos detalles que quiero mostrar.
Primero, el PP que gobernaba entonces no tiene nada que ver con los que están ahora, lo cual vacía de contenido ya sus críticas.
Pero mi intención no es defender a los populares pues creo que ellos mismos pueden hacerlo. Yo doy mi opinión como ciudadano.
Como un ciudadano que iba a consumir al centro de Valencia y podía ir desde Burjassot en coche a comprar al Mercado Central y llevarme bolsas y bolsas de productos. Podía ir por las calles del centro y comprar en múltiples tiendas de todo tipo de artículos y servicios.
También podía pasear viendo escaparates y disfrutar de tomarnos algo en las terrazas.
Ahora apenas puedo ir al centro. Si dependo del transporte público puedo perder toda la tarde entre ir y volver.
Lo que antes en coche me costaba 5 minutos, ahora me cuesta 25, con lo que es mucha más contaminación la que dejo en la ciudad.
Las tiendas estaban todas abiertas y con alegría.
Ahora (y hablo antes de la pandemia) ves como los comercios del centro han perdido su ilusión o han cerrado. Ves muchas persianas bajadas.
Ocultan la realidad. No te dicen los puestos de trabajo que se han perdido en estos pequeños comercios por la falta de actividad y por la poca motivación de los propietarios. No se arriesgan.
Antes Valencia era una ciudad alegre, iluminada, festiva.
Ahora parece una ciudad como Berlín oriental, de aquel que si intentabas huir te disparaban a matar. Triste, apagada. Ya lo decía Sabina “triste como un florero al otro lado del telón de acero...”
Y Galiana quiere dar lecciones.
Y Galiana gobierna las fallas permitiendo que su vicepresidenta de medios prohíba a las delegaciones hablar con los medios de comunicación sin conocimiento de ella.
Pura estrategia dictatorial. Pura censura
Puro comunismo.
Eso sin contar que milita en un partido que apoya a esos que van a reventar manifestaciones legales, roban móviles y pegan a la policía. No lo olvidemos.
¿Abrimos los ojos ya o lo hacemos cuando el fango nos llegue a las cejas y no podamos respirar?
