Varios colectivos feministas alzan la voz contra la ley transgenero que promueve la ministra de igualdad Irene Montero.
Consideran que una cosa es que es cierto que hay niños con lo que se llama “disforia de género” y hay que trabajar para prestarles atención y la ayuda necesaria así como trabajar para la aceptación social de una situación que no se elige, y otra es promoverlo como si se tratara de una moda y pueda empujar a menores a iniciar un proceso trans cuando tan solo es una no aceptación de los roles de genero clásicos en la sociedad.
Afirman que “Preocupa el impacto que en la infancia y en la escuela tiene la penetracion de la ideología transgénero”.
Según estos grupos, los menores son utilizados por los adultos que propulsan el “transactivismo generista”.