Mañana se cumplen 3 años desde que los valencianos que se sienten valencianos salieron a la calle para decir basta a la impunidad amparada y disfrazada de derechos fundamentales.
Durante varios años, los 9 de octubre por la tarde, las calles del centro de la ciudad ensombrecían en un aquelarre de intocables hordas de amantes dels paisos catalans quienes enarbolaban esteladas sin ningún rubor con épocas en las que destrozaban escaparates, se enfrentaban a los ciudadsnos que les increpaban o tiraban la estatua de Monotoliu en la plaza de toros para finalizar con una invasión del Parterre donde ondeaban la estelada en la estatua del Rey Don Jaime a modo de victoria y del control de las calles de Valencia.
Pero aquella tarde iba a ser diferente. Ocho días antes se habían producido el famoso 1 de octubre de Cataluña con la pamplina de esas votaciones falsas y manipuladas que todos conocemos.
El 8 de octubre se celebró la mayor manifestación con banderas de España que se ha celebrado en Cataluña.
El ambiente estaba tenso. La policía sabía que algo iba a pasar. La procesión cívica de la mañana fue multitudinaria y llena de enfrentamientos verbales.
Pero la tarde se presentaba caldeada.
Por una parte, la Comisio 9 d’Octubre había convocado su acostumbrada manifestación vespertina en San Agustin.
Por otra, Arran, la CUP y otras entidades convocantes de los disturbios en Cataluña convocaban otra no comunicada a la misma hora en el mismo lugar. Esta fue denunciada al juzgado de guardia quien comunicó a Delegacion del
gobierno el hecho pero sin más resultado ni apercibimiento.
Los valencianos salimos a la calle a protestar por esta no comunicada, no por la otra, y se produjeron los hechos conocidos. Ciudadanos con banderas de España y reales Senyeras por una parte con gritos de Vixca Valencia y viva España y por otro lado gente con banderas esteladas, republicanas y comunistas gritando contra la policía nacional y consignas separatistas como “país valenciá, paisos catalans”.
Una puntual pelea callejera, como calificó Delegacion del Gobierno lo sucedido, sirvió de muleta a los medios comprados como La Sexta quienes “casualmente” se encontraban en ese momento en el lugar de la pelea y “casualmente” solo ofrecieron golpes de una parte de los que se peleaban, para acusar a quienes estábamos con las banderas de España y de Valencia de ultras y fachas.
De inmediato, las autoridades valencianas con Ribo, Oltra, Sandra Gómez o Chimo Puig entre otros al frente, sin conocer casi ningún detalle, se posicionaron a favor de los que llevaban esteladas y proferían gritos contra España y la Policia Nacional. Nos llamaron ultras y fachas a los que llevábamos banderas de España y los insultos y medidas contra nosotros fueron instantáneos.
Al día siguiente era la llamada a la fallera mayor y Ribó me prohibió acceder al Ayuntamiento con mi acreditación de prensa en represalia politizando una vez más las fallas.
Aquel 9 de octubre fue diferente. La estelada desde entonces no ha vuelto a reinar en la emblemática Pza de Alfonso el Magnánimo en la estatua del Rey Don Jaime.
El mensaje enviado aquella tarde pesa más que cualquier otra represalia como imputaciones falsas o intentos de desprestigiar por parte de panfletos podemitas como “Público” o digitales catalanes como “El Temps” quienes de vez en cuando sacan artículos tendenciosos sin más trascendencia pública que algún babeo estelado o referencias personales en alguna tertulia sectaria carente de rigor y nada creíbles.
El mundo entero vio que en Valencia no queremos las esteladas ni los lazos amarillos (3 años después siguen sin verse) ni tampoco queremos formar parte de un “proces” que nos lleve a una entelequia llamada “paisus catalans” a pesar de los dirigentes políticos que padecemos actualmente que sí que suspiran por ello como vemos constantemente en sus declaraciones o apoyos a determinados hechos.
Aquel día titulé un artículo como “Un nou Nou d’octubre”.
Desde entonces las tardes del 9 de octubre ya no es un paseo impune de esteladas y gritos contra Valencia y España. Algunos hay, pero aislados y carentes de credibilidad. El pueblo valenciano no cree en ellos.
Este año ambas partes quieren estar alejadas de algún enfrentamiento y así se han convocado concentraciones diferentes para no encontrarse.
Nosotros estaremos toda la tarde en el Parterre en un acto cultural.
Estáis invitados todos bien de forma presencial, bien a través de las redes en directo.
“Els valencians serem valencians, o no serem”.
Y seremos valencianos fuertes dentro de una España unida..
