El desvarío de Sandra Gómez es cada vez mayor. Si no le bastaba con criticar a los valencianos que fueron a ver a la Virgen mientras callaba cuando las manifestaciones contra el racismo, ahora se desmarca de la dirección nacional del PSOE y arremete de nuevo contra la monarquía.
Aún con la sangre caliente, sin que el cadaver se haya siquiera enfriado, Sandra Gómez no ha querido desperdiciar la oportunidad de mostrar su sentimiento contra la monarquía que ampara la Constitución que prometió cuando accedió al cargo de concejala del Ayuntamiento de Valencia.
No le ha temblado el pulso de volver a mostrar la patita y sacar al aire sus ganas de que el debate de la monarquía no caiga en el olvido. Aunque ello sea desmarcarse de la dirección central del PSOE quien ya dejó claro que no había tal debate.
Sus postulados son más cercanos (casi idénticos) a los podemitas más que a los socialistas. Y no hablamos ya de lo de Compromís, quienes ayer en tromba también mostraron su alegría mezclada con descontento por "haber dejado al emérito huir sin ser juzgado".
Pues es es precisamente lo que más llama la atención de Sandra y sus compis de gobierno municipal. Callaron con lo de Puigdemont, con lo del 1 de octubre en Cataluña, con los atropellos constantes que la identidad valenciana está sufriendo y con muchos otros detalles, pero ayer no se contuvo y dejó claro que su carta publicada por un digital de claro corte podemita no fue una casualidad.
El papelón de Sandra Gómez le puede jugar una mala pasada política. Al tiempo.