Cuando los ataques benefician a los atacados
Estamos viviendo una situación poco conocida en España desde el final de la dictadura.
Un partido al que todos llaman “ultraderecha” y que tratan de demonizar como lo peor que puede pasar en España por quitar libertades está siendo el partido que más jóvenes votan y cada vez más las capas bajas, trabajadores y clase media baja están de acuerdo con sus ideas.
Y es que los ataques que últimamente están recibiendo por su idea de la inmigración ilegal entre otros temas está provocando el efecto contrario.
Y es que la prensa en general, vendida bien al PSOE, bien al PP, está tendiendo una alfombra roja (mejor verde) para que Vox sume adeptos y votos y avance de manera vertiginosa en intención de voto.
Si Vox dice, “quiero una inmigración controlada y legal como cualquier otro país en el mundo, y no quiero una inmigración descontrolada que entre en España pegando una patada en la puerta”, pues es apoyada por el 70% de la población, vote al partido que vote. El mismo porcentaje que está de acuerdo con que el inmigrante que cometa un delito sea deportado a su país de origen, lo mismo que los menores que piden que sean devueltos a sus padres y sea su propio país quien los mantenga o que el inmigrante que no produzca no sea mantenido con nuestros impuestos mientras que vaga por los parques y bares con su móvil siempre cargado.
Porque al final los españoles vemos que con nuestros impuestos se está gastando una millonada en mantenerlos, pero lo que es peor, en mantener multitud de ONG,s vividoras, asociaciones de inmigrantes y oficias municipales que cobran un montón para organizar y atender a estos inmigrantes. No es solo ellos, es lo que envuelve que estén aquí que hace que miles de vividores chupen del bote en servicios sociales tanto municipales como autonómicos y nacionales.
Y que además se están alimentando a barcos como el “Open Arms” que reciben una millonada para “recoger” inmigrantes en el mar que en lugar de llevarlos a sus países de origen se los traen a Europa. Curioso el trabajo de estos barcos.
El caso de Jumilla ha desatado la indignación de los españoles viendo como se defiende a muerte una costumbre alejada de las nuestras y como la izquierda se lanza contra los que critican esta costumbre alegando “la libertad de culto. Precisamente gente como Yolanda Díaz que siendo teniente de alcalde de su pueblo prohibió un acto católico en el polideportivo o Podemos que en sus momentos más florecientes tuvo un atisbo de locura religiosa pidiendo prohibir las procesiones en Semana Santa, entonces la libertad religiosa se la pasaban por el forro de sus desvaríos ideológicos.
Lo más sorprendente es el apoyo de los obispos a los ritos islámicos que ha sorprendido incluso a la parte más devota del partido de Abascal, incluidos los opusianos, quienes no entienden esta defensa eclesiástica. Ya lo dijo el propio Abascal que “no sabe si era por el dinero que recibían del Estado o por el silencio de los casos de pederastia habidos en el seno de la propia Iglesia” (sic).
Los españoles no entienden como partidos que se autodenominan “feministas” apoyan una religión que considera a la mujer un ser inferior al hombre entre otras muchas barbaridades que vemos en países islamistas que, por cierto, no usan la religión como culto, la usan como régimen político. Y eso lo vemos en otros países de Europa donde el islamismo se extiende gracias a los partidos de izquierda y la pasividad de los populares europeos.
Los jóvenes y las clases medias y bajas no son ajenos a la realidad. Ven que, tras la manipulación mediática de los hechos, hay una realidad oculta que el partido verde difunde como puede ante el escaso apoyo de los medios. Sobre todo, en las redes ofreciendo una imagen real de lo que sucede. Puede que de ahí la Von der Leyen quiera controlar las redes para anular a los disidentes. No le gusta que se conozca la verdad.
Estos colectivos de jóvenes y clases medias bajas se dan cuenta que desde el Gobierno actual se desmadra todo lo que Vox pretende cambiar.
- El testimonio de una mujer vale más que la presunción de inocencia de un hombre y tienes que demostrar.
- Un okupa tiene más derechos que un propietario.
- No tienen medios para comprar una vivienda.
- Llevar banderas republicanas o separatistas es progresista y llevar una bandera de España es fascista.
- La libertad de expresión solo es válida para la izquierda, si lo dice la derecha es delito de odio.
- Si se te inunda la casa o se te la lleva un volcán te ponen como mucho unos contenedores, pero si eres inmigrante te llevan a hoteles de 5 estrellas.
- Los impuestos que te clavan se van para pagar prostitutas y coca entre otros muchos desmanes. O se los llevan a la Rep Dominicana.
- Mienten descaradamente en los datos del paro y de la economía.
- Pactan con terroristas, comunistas y separatistas para gobernar.
- La inseguridad en las ciudades es creciente y no se quiere abordar la verdad denunciando por odio a quien dice lo que de verdad pasa.
- Si te viola un español montan manifestaciones y si te viola un extranjero nadie dice nada quedando las feministas como falsas y de pacotilla.
- Los precios suben mientras los sueldos apenas lo hacen cayendo en picado el poder adquisitivo.
- Los impuestos se disparan mientras los servicios públicos se degradan como vemos en los trenes que eran un ejemplo europeo y ahora son un desastre desde que gobierna Sánchez.
- Siempre hay dinero para pagas a los inmigrantes, a los sindicatos, para los sueldos de los políticos, para las asociaciones que ellos crean, pero se ponen en duda las pensiones.
- El cambio climático es una farsa.
- Los ecologistas y sus políticas matan gente en incendios, inundaciones y desastres provocados por estas políticas.
- Es el único partido que lucha claramente contra el globalismo.
Podía estar horas y horas desarrollando cada uno de estos puntos y otros. Al final, esto cala en el día a día y ven que las mentiras de los medios y de los propios políticos ya no se las creen ni ellos siendo que solo defienden sus sueldos y pagas. No las de los españoles en general. Y esto llega. Y esto solo hay un partido que prometa acabar con tanto desmán y división social. Por eso hay cada vez más ciudadanos que quieren estos cambios. Y eso asusta a las élites.
Pero cada vez que atacan a Vox, se lee estoy se entiende que no se le ataca por sus ideas, si no por las ideas que destrozan los hechos que tratan de ocultarse desde la izquierda con el miedo del PP.
Y eso que el partido debe crecer por dentro y afianzar sus bases y ramas si quiere mostrar una seguridad de gestión. El día que lo haga…
Y matizo algo, no estoy de acuerdo con algunas formas y movimientos del partido, pero en estos momentos la gente ve que es lo menos perjudicial para España y que sus propuestas no cuadran con las acusaciones que se vierten sobre ellos, de ahí que suba su intención de voto.
Como siempre es mi opinión que no tienes por qué estar de acuerdo pero que la difundo para que la conozcas.
PEPE HERRERO
