Vidas paralelas. Opinión de Pepe Herrero
No ha pasado desapercibida la visita de Milei ayer en España. Para nada. Y ha creado una estela de subidón, miedo y expectación según que parte del espectro político y social de España hablemos.
El apoyo a Abascal y Vox del presidente argentino se sumó al apoyo de líderes europeos que la zurdosfera y sus medios y entidades afines tachan de “ultraderecha”, léase lo que puede destruir la idea de hundir Europa y occidente como lo conocemos disfrazada de progreso que es el medio de control socialcomunista diseñado tras la caída del muro de Berlín allá por el lejano 1989.
Este socialcomunismo dictador que ha estado floreciendo en América del sur y en Europa con el resultado de presidentes represores en Venezuela, Argentina, Colombia o Nicaragua, ve como un grupo de líderes comienza a desnudar sus carencias y empieza a abrir los ojos a la ciudadanía anestesiada por un bombardeo constante de inputs desde medios de comunicación y redes sociales hábilmente estudiadas para criminalizar al que no piensa como ellos quieren que pensemos.
El apoyo de Milei a Abascal y también de estos líderes europeos del calado de Orban en Hungría, Meloni en Italia o Lepen en Francia preocupa y mucho a izquierda y derecha en España. De hecho, ya vemos como se va a aprovechar el discurso del argentino para disimular sus propias fechorías desde el Gobierno.
¿Pero que pasa con el PP?
Estoy viendo y leyendo que los medios y opinadores de la esfera pepera están muy incómodos con el éxito de Vox en esta jornada en Vistalegre. Me sorprende esas críticas a la falta de mesura de Milei y al fervor popular que desató ayer en Madrid.
El PP sigue creyendo en la moderación cuando vemos que los resultados de esta actitud les está perjudicando notablemente elección tras elección.
La imagen de buenismo de Feijóo resulta cada vez más apática y el apoyo popular a su liderazgo es menor conforme para el tiempo. Sabéis que vengo diciéndolo desde que Casado se inmoló políticamente enfrentándose a Ayuso. Y también digo que la verdadera líder del PP que podría enderezar la nave azul es la propia Isabel.
¿Y que tiene que ver Alvise en este comentario?
Pues voy a intentar explicarme.
Alvise ha conseguido que su partido “La Fiesta Se Acabó” se presente a la Europeas el 9 de junio a pesar de los problemas y obstáculos que le han puesto desde el Ministerio del Interior en particular y el Gobierno y sus medios en general.
Publicó que presentaba su partido y le congelaron los estatutos hasta que quedaran fuera de plazo para presentarse a las Europeas, pero por detrás, sin hacer ruido había presentado otro partido llamado así “La Fiesta Se Acabó” donde nadie sabía nada que él estaba también detrás, y así se puede presentar. Una jugada maestra.
Ha prometido luchar contra la partitocracia y la corrupción política destapando todas las mentiras y manipulaciones que existen en España y que nos están hundiendo. Muchas de sus propuestas son muy interesantes, aunque algunas maneras empleadas dejen lugar para las dudas éticas. Ha conseguido llevar a los tribunales casos tan conocidos como el de Koldo y la mujer de Sánchez a pesar del nulo reconocimiento mediático.
Ha provocado dimisiones en altos cargos socialistas, pero no ha dudado en hacer lo mismo con cargos de Vox y PP, que también lo ha hecho. Lo dice muy claro, “me da igual de que partido sea, si es corrupto, a por él”.
Su andadura es muy extensa e intensa y algún día os la detallaré con más detenimiento. Quiero contaros la relación que veo entre Milei y Alvise.
Alvise ha prometido que revisará los resultados de las elecciones con un software creado ex profeso por un experto para analizar todas las actas de todas las mesas y contrastarlas con los resultados oficiales ofrecidos por Indra, esa empresa que se encarga del conteo de los votos en las elecciones con dudosa imparcialidad por la intervención del Gobierno en dicha empresa.
Y aquí puede estar el quid de la cuestión, esa revisión de votos que Alvise va a realizar de los resultados de las europeas podría beneficiar a Vox, a quien tengo pocas dudas de que se le castiga elección tras elección por la falta de implantación, sobre todo en pueblos pequeños donde solo a los valientes no les importa ser señalados en sus localidades.
Alvise, al igual que Milei, tiene en contra a la derecha, a la izquierda, a los medios, a grandes controladores de la opinión pública y solo tiene a favor el apoyo popular a través de las redes y mensajería instantánea. Que no es poco. Y a eso aspira Alvise, a llegar para romper la partitocracia en España y a eliminar a tanto vividor.
Pepe Herrero