No a la AVL. Usar las normas de la AVL es engrandecer el catalanismo en Valencia.
Sin estridencias, pero con la razón de la evidencia, Mazón ha decidido avanzar en una promesa electoral que tiene una carga importante de simbolismo y otra de efectividad para la vida cotidiana valenciana.
Comencemos desde el principio.
El PP y Vox llevaban claramente en sus programas electorales una descatalanización de la Comunidad Valenciana, sabiendo que la impopularidad de esa catalanización podría darles votos, como así ha sido, ante el hastío y el cansancio de la gente con este tema que lo teníamos hasta en la sopa. Entre estas medidas prometidas estaba la oficialización de las normas de la Real Academia de Cultura Valenciana. Normas que, por cierto, a Compromís les molesta mucho llegando a calificarlas como “inventadas” porque la realidad es que resalta la diferencia entre el catalán y el valenciano, y eso a los compromiseros tan catalanistas ellos, les desmonta el chiringuito.
Una vez aupados en el poder, esa promesa debía de materializarse. Así vimos como en unos primeros escorzos, los detalles como quitar lo libros en catalán de Burriana o no contratar a grupos que canten en catalán en los pueblos gobernador por PP o por PP y Vox, levantaron una polvareda más mediática que real. En verdad eran cuatro gatos, pero muy apoyados por ciertos medios afines que ejercían de altavoz ante unas exiguas manifestaciones.
Aún así, Mazón y su equipo optaron por emplear un perfil bajo en su labor “anticatalanizadora” de la Comunidad Valenciana ejercida con dureza y millones de euros por la izquierda valenciana capitaneada por Compromís y PSPV y las innumerables asociaciones creadas al efecto jugosamente subvencionadas para tenerlas al servicio de su ideología.
Un ejemplo es como se está tratando el tema con la absurda AVL, sabiendo que un enfrentamiento frontal supondría un desgaste muy grande. Así hemos visto como tras la reunión con la presidenta, se les ha presentado un listado de palabras para “valencianizar” el idioma, lo que demuestra lo catalanizado de las normas de la AVL, basadas, dicho sea de paso, en las normas del Institut d’Estudis Catalans.
Como desconocemos los términos de la reunión, solo podemos conjeturar a través de los hechos. A ver si la AVL acepta la inclusión de esas palabras como oficiales. Palabras, por cierto, que son las usadas por los valencianoparlantes de cuna, no por los culturetas afrancesados.
En el discurso de Carlos Mazón en el Senado, me lo he visto entero, destaco algo que tenemos que tener en cuenta, es la primera vez que un presidente de la Generalitat habla claro y meridiano sobre el tema dejando un mensaje nítido sin ambages: Valencia no es Cataluña ni aquí hablamos catalán. Rotundo, hay que decirlo, como también hay que decir que esperamos que no se quede en palabras, que para eso los hemos votado. Por mucho que la oposición tergiverse la realidad, que son especialistas en mentir y manipular.
La AVL hay que derribarla con presión social, de la calle, demostración u falsedad lingüística y su manipulación interesada desde el momento de su creación hasta la de su funcionamiento.
Cualquier acción encaminada a destruir esta poderosa arma ideológica catalanista tendrá mi apoyo. De ahí que grabe y os ofrezca desinteresadamente las conferencias destinadas a desmontar la AVL que Lo Rat Penat ha iniciado de las que ya se han celebrado tres que quiero comenzar a desgranar. Espero muchas más.
También invito a todos, fallas, entidades, personas en general a no usar las normas de la AVL, usarlas, por muy “legales” que, supone dar alas al catalanismo.
Si PP y Vox trabajáis en este camino, tendréis mi apoyo incondicional.
¡NO A LA AVL!