OPINIÓN DE PEPE HERRERO
A Chimo Puig le han empezado a temblar las piernas, se ha puesto nervioso con las propuestas que Mazón está haciendo públicas encaminadas a una bajada de impuestos que reactive la economía valenciana sin necesidad de recurrir a la infrafinanciación y gestionando los recursos propios de una manera óptima y responsable.
Al más puro estilo Ayuso, Mazón ha comenzado a soltar las "perlas" que tenía guardadas para los días previos a la campaña que le servirán como punto de apoyo para los discursos previstos. Entre estas perlas, parece que ha encontrado un maná con el tema de los impuestos y su rebaja.
Recordemos que Puig ya acusó a Ayuso de hacer "dumping" fiscal por dejar en evidencia la política de impuestos de Valencia ante la de Madrid demostrando que con los impuestos más bajos de España es la comunidad que más recauda en impuestos, precisamente porque esa bajada reactiva la economía, permite subir el consumo y con ello la recaudación. Pero esto va en contra de la doctrina nacional socialista pues no controla al pueblo y éste camina solo sin "papá Estado" y sin necesidad de "paguitas" para jusitifcar la mala gestión y a su vez mostrarse como salvadores de la patria. Ayuso rompió esa farsa y ahora Mazón se sube al carro sabiendo del buen resultado que le está dando a la presidenta madrileña.
Esto ha puesto de los nervios a Puig quien ve estas medidas peligrosas para su renovación como "Molt Honorable" y ha comenzado una cruzada de críticas y descalificaciones propias de quien se ve acorralado. Desde calificarlas como propuestas falta de rigor o falsas hasta desatarse diciendo que "esta bajada de impuestos acabará con el estado del bienestar" e, incluso se atreve a decir "acabará con la democracia" en un estallido de nervios. Sin embargo, Ayuso en Madrid demuestra que no solo no acaba con la democracia ni con el estado del bienestar, es que refuerza ambos sentidos de la convivencia y genera confianza en el electorado. Eso es lo que asusta a Puig y al PSPV quien ve seriamente amenazada la posibilidad de reeditar un nuevo "Botànic", cosa que Yolanda Díaz sabe y por eso intenta auxiliar a la izquierda valenciana.
Mazón ha encontrado su gallina de los huevos de oro de la campaña del 28-M unido al apoyo al campo y autónomos entre otros detalles. No sabemos si ha sido sin querer o planeado, pero tiene el campo abierto.