OPINIÓN DE PEPE HERRERO
Y no soy yo el que lo dice, son los medios de comunicación en general donde cada vez se habla menos del partido de Abascal como de “ultraderechista” ante las expectativas electorales en las citas con las urnas de este 2023.
Si os dais cuenta, el apelativo de ultra es cada vez menos empleado por medios incluso contrarios. La razón la encuentro en la realidad de que la entrada de Vox en las instituciones supondría una cuota de control de publicidad institucional y de subvenciones, con lo que el trato más “amable” al partido verde va en un aumento directamente proporcional a las posibilidades de su entrada en los diferentes gobiernos.
Creo que hay más detalles que son tenidos en cuenta. Los cuales, por cierto, tengo que ir descubriendo por hechos generales y detalles particulares nunca revelados.
Uno de ello es la sinceridad en sus ideas, las cuales podrás estar de acuerdo o no, pero es la suya y no engañan. Hoy en día, en política esto es un valor al alza ante tanta manipulación y frases ocultas.
Otro puede ser ver como otros gobiernos tachados de “ultras” como el de Meloni en Italia, precisamente no les va mal, es más, con medidas como la que ha tomado este fin de semana de bajar los impuestos a las rentas más bajas, ha ganado popularidad a la vez que ha enfadado a los sindicatos por no contar con ellos. (Y eso que beneficia a los trabajadores, pero les ha cogido la mano).
En la era de la información express, los mensajes llegan muy rápidos, y cada vez es más difícil engañar a la gente que no se quiere dejar engañar.
Sea como esa, la palabra “ultra” para definir a Vox va cada ves más en descenso. Por mucho que se intente demostrar que es un partido que puede acabar dividido como Podemos, la realidad es que el envite con Macarena Olona les ha fortalecido.
La duda es si tendrá techo o será capaz de instalarse en el stablisment rompiendo el bipartidismo al que nos volvemos a ver abocados si no lo consiguen.
Opinión de Pepe Herrero
