Hace unos días nos despertamos con la noticia de que un hombre se había suicidado tras una discusión conyugal
Quizá se cumplió aquello de "antes de matar a su mujer se podía haber disparado él". Quizá no. Nunca lo sabremos. Y no lo sabremos porque no se investigará, o quizá no se sepa que se va a investigar. Y si se hace, probablemente no conoceremos el resultado. Parece que no importa que solo haya muerto él.
Nunca sabremos que dramáticas razones le han llevado a dispararse certeramente para producirse la muerte a la primera gracias su destreza como tirador olímpico. Nunca conoceremos por qué tomó esa decisión. Si es una depresión, si es una situación familiar insoportable, si es otra causa. Da igual. El hombre está muerto. Y su muerte no es igual a la de una mujer. Incluso parece que "alivia". Es cruel, pero real.
Su suicidio así queda. Un titular más, ya lo decía Mecano: " dos drogadictos en plena ansiedad roban y matan a Mario Postigo, mientras su esposa es testigo desde el portal", aunque sabemos la verdad de la muerte de Mario por la parte anterior de la canción que no cuadra nada con el titular del noticiero. Un ejemplo de la vida de hoy en día. Sabemos lo que quieren que sepamos de la forma que quieren que sepamos para que obedezca a unos objetivos ideológicos muy determinados. Decir lo contrario es ser insolidario o conspiranoico.
Uno más para una estadística que a nadie le interesa investigar, el 70% de los suicidios en España es de hombres. Nadie duda que si los números fueran al revés, habría alarma social por la cantidad de mujeres que se suicidan. Parece que no interesa.
Pero unos hijos se han quedado sin su padre en una situación cruel y dramática que los dejará marcados de por vida por la manera que se ha producido.
El titular aquí queda: "un hombre se atrinchera tras una discusión conyugal y después aparece muerto tras pegarse un tiro".
Nos asombramos, pero pasamos página del diario, hoy juega el Valencia para intentar salir del pozo del descenso o esta semana vamos a padecer un clima muy raro,
Seguimos con nuestras vidas y nuestros quehaceres. Mañana estará olvidado, no resulta rentable seguir hablando del asunto.
Es lo que hay, lo que estamos viviendo. No hay más.
DEP