PEQUEÑAS HISTORIAS POCO CONOCIDAS DE VALENCIA
El pasado día 9 se cumplió el 772 aniversario de la llegada del Cristo del Salvador a Valencia,
que vino rodeada de una leyenda formidable. Parece ser que su llegada tuvo que ver con una subida de las aguas del rio Turia, hasta hacer posible su captura. Por lo que sabemos ahora, las venidas de agua en el mes de Noviembre, eran tan normales como ahora las danas, y si seguimos la tradición, El Cristo, bien puedo entrar en la bocana y con el agua crecida, llegar hasta el punto donde fue izado. Antiguamente existía un casilicio en ese lugar, destruido con los años y repuesto por la Alcaldesa Dª Rita Barberá.
Se dice, y así parece que fue, que la imagen durmió su primer día en la ciudad de Valencia, en la antigua casa de El Cid Campeador, que estaba al final de la calle del Salvador, y mas o menos enfrente de donde apareció. Al día siguiente, fue llevada a la Catedral de Valencia, desde donde misteriosamente, se desplazó -sin intervención humana teórica- a la Iglesia del Salvador. Nuevamente fue llevada a la Catedral, y nuevamente volvió a la Iglesia del salvador, así hasta tres veces, donde finalmente se decidio que permaneciera siempre en esa ubicación.
Dice la leyenda, que la Semana Santa marinera se trasladó junto a los poblados marítimos a la actual ubicación de la misma, y aunque ello no es exactamente cierto, véase el Cristo de San Nicolas o el San Bult y otros, que fueron imágenes procesionales de la Semana Santa Valenciana, con lo cual, queda sin efecto, o al menos parcialmente, la total autoría de la Semana Santa Marinera.
Si se fija uno bien, la calle del mar, la calle de las barcas, con un embarcadero enorme donde está actualmente el teatro principal, la porta del mar, el palacio de aduanas, todo ello nos habla de ese pasado marinero valenciano, que, aunque lejos de la costa, existía, comunicando por el río Turia, que a través de su actual cauce, discurría, hasta la bocana del Mediterráneo.
Entre las cosas curiosas de nuestro Cristo del Salvador, está la pérdida de una peluca fruto delos gustos del siglo XVII y XVIII , que se quemó seguramente en la guerra del 36, sin que afortunadamente pasara nada. La tradición popular lo atribuyó a la intervención del Santísimo Cristo del Salvador, y posteriormente fue sustituida por unas potencias de oro.
Otro de los Milagros mas conocidos del Cristo es su milagrosa incapacidad de combustión, que ha permitido que siguiera entre nosotros durante todos estos años. En la guerra del 36-39, se tiró el Cristo a la hoguera, y se quemó únicamente el madero de detrás de la imagen, lo que, sin duda, es un verdadero milagro, porque una madera de cedro reseca, debería haber ardido con prontitud.
Estas y otras pequeñas historias, pueden conocerse durante una visita a la Real iglesia del Salvador y su Cristo, siempre encontrareis un miembro de la junta de gobierno que os explicará todo, lo dicho y lo no dicho en las redes sociales.
Pero el mas maravilloso regalo que el Cristo nos puede hacer, es la sensación de paz que nos brinda, siendo como es, una imagen de un crucificado. Este Cristo es referencia cristológica de Valencia y ante el han celebrado su primera misa multitud de sacerdotes de todas las épocas.
Del estilo del Cristo, de sus características técnicas, de sus milagros y de tantas otras cosas, habrá que ir hablando en adelante.
Jose Maria Boluda Sanambrosio.
Archicofradía del Santísimo Cristo del Salvador.