La dictadura ideológica se desmonta
Por Pepe Herrero
Estamos asistiendo estos días a una cascada de acontecimientos que están desmontando muchos argumentos globalistas defendidos a muerte por la izquierda española.
Hace tiempo que vengo diciendo que el verdadero virus que tenemos en España es la presión de los lobbys ideológicos tales como el feminista, el LGTBI, la inmigración ilegal y el cambio climático entre otros que, alejados de sus objetivos iniciales, lo que buscan es dar apoyo y apuntalar en lo posible el poder de la izquierda y que a su vez nos cuesta miles de millones de euros. Pues bien, estos días se entremezclan algunos de ellos y están sufriendo una serie de contratiempos que están perjudicando seriamente su credibilidad.
A la ya consabida destitución del inspector Ferris, que dejaba claro lo que muchos vemos en la calle a diario, y es que están metiéndonos en España inmigrantes de dudosa procedencia generando problemas de convivencia, se une el tema feminista que, desgraciadamente, ha saltado al aire con el asesinato por parte de su madre de la niña Olivia.
La izquierda ha quedado retratada, pero de una forma muy profunda. Así vemos como el inspector ha sido destituido y aún hoy en día no conocemos los datos que desmientan la afirmación del policía indicando que la gran mayoría de delitos graves son provocados por extranjeros. Nadie duda de sus palabras, y la reacción de Marlaska fue tan fulminante como desacreditadora, cesarlo. Y con él la delegada del Gobierno en Valencia quien ha manchado su imagen de una manera grave cediendo a esa destitución y prohibiendo una concentración en apoyo al policía la semana pasada cuando otros colectivos apenas se les prohíbe nada y se les permite que se manifiesten sin ningún problema. Ese sectarismo duele.
Por la parte feminista es gravísimo lo de la niña Olivia en Gijón. La LIVG ha sido gran culpable de este suceso al permitir que una mujer haya interpuesto hasta 28 denuncias falsas a su ex marido para intentar quedarse con la custodia de la niña sin que nadie haya hecho nada. Al día siguiente de la separación del matrimonio ya fue a poner una denuncia a él por malos tratos, así un día tras otros, si la niña se caía jugando y se hacía un rasguño, ella volvía a denunciar al padre. Incluso la abuela le daba miedo bañarla para que no se hiciera nada y la madre pusiera otra denuncia contra el padre. Esto demoró hasta cinco años la decisión del juez y, como se ha visto, tenía razón en darle la custodia a él. La Ley ha quedado muy en entredicho.
A todo esto sumamos la presión de ciertos medios que tratan diferente el caso según sea el padre o la madre quien asesine al hijo. A pesar del dato que se conocía de que en los últimos 15 años, de los 50 progenitores condenados por matar a sus hijos, 24 son hombres y 26 mujeres. Rompe el relato feminista como lo rompe para la ministra y gente de la izquierda que cuando otra Olivia y su hermano fueron asesinados por el padre en Canarias, de inmediato salieron a las redes, a los medios y a todas partes a condenar esa “violencia vicaria” dando datos y detalles muy precisos del padre, sacando fotos para saber quien era. Ahora, de la madre no sabemos nada, ni como se llama ni donde trabaja ni nada de nada. Silencio por todas ellas. Tampoco hay minutos de silencio en ningún ayuntamiento. Diferencia de trato delatador de que no interesa pues rompe el relato feminista de que los hombre somos muy malos y las mujeres son seres de luz.
Relato aún mas destrozado cuando resulta que tras permanecer callada, la ministra cajera salta de inmediato cuando se conoce el asesinato de una mujer en Valencia de Alcántara por parte de su marido, pero ¡oh sorpresa!, el asesino no come jamón, con lo que da la razón al inspector Ferris. Ahí calla todo el entramado del lobby feminista porque también les perjudica.
Y por si faltaba poco, esta ministra tampoco condena la presunta agresión de un diputado a su pareja porque, otro relato roto, el diputado es de Podemos. Entonces aquí no vale lo de “hermana yo te creo”, ni tampoco el “solo si es si”. El hombre argumenta que la denuncia es falsa para que ella se pueda quedar con la custodia de los niños y la casa, cuando según los podemitas, las denuncias falsas no existen y son inventos de la ultra derecha. Si el presunto agresor es de los suyos, silencio también. Ella no tiene apoyo.
Esto está haciendo que cada vez haya menos complejos y se extienda con fuerza entre la gente de la calle que estas leyes son un montaje para poder mantener estos lobbys, sus asociaciones y el inmenso dinero destinadas a ellas.
El sistema ha fallado por las leyes sectarias. Espero que abramos los ojos antes que se pudra del todo.
Foto; Ok Diario.