Victoria de la derecha que hace tambalearse los cimientos socialcomunistas de Europa
Italia dictó sentencia. El pueblo habló y le da la oportunidad de virar hacia un progresismo bien entendido al que los progresistas llamarán fascismo.
Pero defender valores como la familia, la economía liberal, la vida, bajar impuestos, controlar la inmigración ilegal, evitar la islamización de Europa o respetar los valores tradicionales italianos, parece que no está bien visto por la izquiera europea por ende, la española que nos gobierna.
Y es que, si nos atenemos a lo que vivimos, defender estos valores hoy en día es calificado como "fascista". Lo vemos a diario y lo sufrimos los que pensamos que estos puntos son básicos para una convivencia pacífica.
Pero esto va mucho más allá. Primero fue Polonia, quien por cierto tiene prohibidos los partidos comunistas, con lo que Podemos y Compromís no existirían, después Hungría, quien defiende a hierro su patriotismo, hace poco Suecia, silenciado en lo posible tras la pérdida de la típica seguridad sueca, y ahora Italia que sí que ha resonado pues es uno de los países fundadores de la UE.
La derecha patriota se abre paso ante la izquierda globalista y provoca que los cimientos de esa Europa controlada por el socialcomunismo se tambaleen venciendo a los gigantes del globalismo, los amigos Soros y Gates entre ellos. Un globalismo al que la izquierda española encabezada por el PSOE y Podemos en España y el PSPV y Compromís en Valencia están totalmente entregados provocándonos la ruína.
Europa despierta poco a poco y hoy veremos a la izquierda (y no tan izquierda) lamentar la victoria de la derecha en Italia calificándolos de ultra derecha, fascistas y seguidores de Mussolini alertando de un retroceso cuando la realidad es que lucharán contra los que quieren someternos a la dictadura de la Agenda 2030 que debemos evitar para que el globalismo se apodere de nuestra libertad.
Italia abre una esperanza a la liberación de la opresión comunista.