Director de la Oficina Antifraude, de la editorial Bromera al Ayuntamiento de Barcelona.
Algunas veces hay cosas que te llaman la atención, comienzas a rascar y ves como hay una capa oculta debajo de la pintura que te puede explicar las cosas.
He leído que la Oficina Antifraude califica los múltiples contratos a arquitectos de la Pza del Ayuntamiento de Valencia y otras cuestiones como "irregularidades" pero no "corrupción".
A ver, a mi corto entender, si tu contratas de una forma "irregular" estás incumpliendo la Ley. Y si incumples la Ley es "corrupción". Pero hilar tan fino me llama la atención y me hace rascar la capa de pintura que se ve. Y así lo hago.
¿Y que descubro?
Pues sin entrar en su valía ni en su competencia para ocupar el cargo, el sr Llinares resulta que ha sido director de la Editorial Bromera de Alcira, la editorial más catalanista que hay en nuestro Reino, administrador del Museo Nacional d'Art de Cataluña, director del Palau de la Música Catalana y gerente del Ayuntamiento de Barcelona entre otros cargos.
Ergo, calificar de "corrupción" las "irregularidades" de contratación del gobierno de Ribó (Compromís) hubiera sido tirar piedras sobre su propio tejado ideológico, lo que me lleva a pensar que ha tenido que decir lo de "irregularidades" obligado por su cargo en lugar de llamarlo "corrupción" como si se hizo con casos del PP por parte del espectro ideológico del propio Llinares y Compromís.
A estas alturas me hace pensar que esto mismo sería pasto de camisetas oltristas y calificados de "corrupción" y "amiguismo" si estos hechos hubieran sido cometidos por el PP,