ARTÍCULO DE OPINIÓN DE PEPE HERRERO
Finaliza una semana convulsa y llena de información política tanto en plano nacional como autonómico. Y como tal, me gustaría asomarme a esta ventana política y comentaros arropado por la calma de este sábado tranquilo mi visión de cómo está el panorama “partido a partido”.
PSPV
El palo de Andalucía resuena y por mucho que se afanen en tratar de desviar los resultados andaluces de lo que pueda pasar en Valencia, lo cierto es que el temor a un cambio de tendencia se ha apoderado de los socialistas. Así Puig no hace más que recordar la giga factoría de Sagunto y lo de la Ford agarrándose a ello como a un clavo ardiendo tras la debacle de la izquierda española. A esto le sumamos su “historia de amor” con Oltra y nos da una semana horribilis de la parte zurda valenciana. También cuenta la falta de liderazgo en la ciudad donde la propia Sandra Gómez está cada vez mas cuestionada en las filas socialistas por su falta de personalidad política y su escasa visibilidad ante los desmanes compromiseros. Vienen tiempo duros para los socialistas valencianos jugando a ser equilibristas ideológicos.
COMPROMÍS
Sabéis que no puedo ser imparcial con ellos. Pero mis deseos fervientes de que abandonen las instituciones para establecer la paz social e ideológica en la Comunidad Valenciana no es impedimento para que de mi opinión sobre ellos.
El tema de Oltra les ha dejado muy tocados a nivel popular mostrando sus vergüenzas de cinismo e hipocresía. No han sabido (o querido) dar una respuesta rápida y efectiva para vender lo que tanto han pregonado como garantes de una buena gestión política, perdiendo la oportunidad de demostrar que aunque les toque a ellos, también son igual de duros que lo eran con el PP. Pero no, han sido cobardes a la vez que prepotentes, hechos como la fiestecita o la despedida de Oltra en una rueda de prensa patética y desproporcionada no han dejado buena imagen en ese sector de electores que al final deciden quienes son los que gobiernan. Hasta tal punto que medios hasta ahora amigos se han convertido en enemigos en cuestión de horas. Compromís ha dado su verdadera cara con este caso y poco más les queda de credibilidad fuera de los enchufados, afiliados, subvencionados y nostálgicos dels “paisos” que ven en esta coalición el último bastión político donde agarrarse para intentar seguir soñando con esta quimera dels paisos catalans. Y con este bagaje es muy complicado conseguir los votos para gobernar. Además, que se saben decadentes en Castellón y, sobre todo, en Alicante. Se han pasado de frenada en la estrategia y el golpe ha sido tan duro que dudo que se recuperen por mucho empeño que pongan. Todo esto sin olvidar su apoyo cada vez más descarado al independentismo catalán.
PODEMOS
Poco puedo decir de un partido en vías de extinción cuyo líder en Valencia echa la culpa de la invasión de Ucrania a la OTAN en lugar de al verdadero invasor, Putin. La cada vez mayor irrelevancia en el plano político estando totalmente desaparecidos en el affaire entre Puig y Oltra, acrecienta la sensación de que pueden seguir el camino que han tenido en las anteriores comunidades autónomas donde se han celebrado elecciones. Su comunismo trasnochado rechina en la mente del electorado.
CIUDADANOS
No sé si en Valencia haréis algo. La marca está más que deteriorada. Encantado de haberos conocido.
PP
Queda ver si el rebufo de Juanma llega a Carlos Mazón y el intento de mostrar serenidad alejada de la crispación agobiante para la calle le resulta tan efectiva como al presidente andaluz. Los azules valencianos se lo juegan todo a una carta mientras el electorado fiel echa de menos una conjugación entre Moreno y Ayuso para ofrecer una garantía de gestión efectiva alejada de populismos. Difícil asignatura que le queda por aprobar a un, sigo diciéndolo, demasiado invisible Mazón quien a veces imposta en exceso su postura sobre ciertos temas escabrosos.
Esa falta de liderazgo real fuera del partido levanta dudas sobre si el PP puede volver a conseguir una mayoría absoluta como la tuvo durante muchos años. La losa de la corrupción anterior y la falta de respuesta ante constantes ataques para no generar crispación hace que la línea entre guardar las formas y parecer blandos sea muy delgada. Otro factor que hace dudar mucho es sin serán capaces de deshacer muchos de los entuertos ideológicos, económicos y sociales en los que nos ha metido Compromís en la ciudad de Valencia y el PSPV en la comunidad autónoma. La historia no les acompaña mucho para ganar esa credibilidad.
VOX
La gran incógnita. De cuatro comunidades que han celebrado elecciones, solo en una forman parte del gobierno autonómico. Ni en Galicia, ni en Madrid, ni en Andalucía son relevantes. Solo en Castilla y León. Todo apunta a que el globo Abascal pierde fuerza tras el 19-J. Las razones que yo pienso que puede haber provocado esta situación las dije el otro día y las mantengo una semana después. La falta de expansión y le escasa nómina de líderes autonómicos. La bala de Olona la han malgastado en Andalucía y ya no será posible usarla en Valencia. Creo que reduciendo la agresividad con un mensaje similar podrían recuperar fondo electoral. Aun así, hay quien piensa que eran el contrapeso natural de Podemos, pero al desaparecer los morados progresivamente, el contrapeso pierde fuerza, ya no son tan necesarios. Y la gente de la calle está cansada de crispación. La vuelta al bipartidismo parece muy probable.
PARTIDOS REGIONALISTAS
En un enésimo intento de rememorar los mejores tiempos de Unión Valenciana, los partidos locales siguen intentando presentar opciones diferentes. Cambian las formas, pero no los fondos. Si antes eran varios partidos, ahora confluyen en tres coaliciones distintas que tendrán que luchar mucho para ofrecer la credibilidad de que el voto a ellos no es el típico voto tirado a la basura. Cuentan también con los hándicaps de la falta de tiempo para mayo de 2023 y demostrar que no hay personalismos de líderes que piensan que ellos son los mejores sin darse cuenta que pueden tener a su lado verdaderos líderes que están en la sombra sin dejarles destacar. Porque, aunque no lo parezca, desde fuera se ve todo. Otro detalle que tendrían que tener en cuenta es la estrategia de la que hasta ahora han adolecido y de la que algunos partidos de estas coaliciones no quieren oír hablar para no perder su posición. La transversalidad que intentan demostrar es dudosa y no es garantía de éxito.
CONCLUSIÓN
La conclusión es que el panorama político valenciano en estos momentos es muy difuso, sin verdaderos líderes explosivos tipo Rita Barberá, Ayuso o Mónica Oltra, quien nos gustará más o menos (a mi nada, jejejeje, creo que ya lo sabéis) pero era una líder indiscutible. Lo que hace que el electorado pueda mirar más a nivel nacional a quien va a votar en mayo de 2023… o antes en las autonómicas como es más que probable como siga la guerra entre el PSPV y Compromís.
Toca trabajar y recomponer. Mi opinión es que ninguno tiene nada hecho y ninguno se atreve a entrar de lleno en los verdaderos problemas que tenemos los valencianos, unos por una razón y otros por otras. Pero de esto hablaré en otro momento.
Como os digo, es mi opinión. No pretendo que sea compartida por todos, pero si conocida por vosotros. Gracias por leerme.
