ATASCO INSTITUCIONAL
Lo verdaderamente preocupante y peligroso para la convivencia y el avance social y económico de nuestra tierra es lo subyacente en las instituciones.
Por una parte lo funcional. En todas las instituciones y áreas veo que los cargos políticos asignados por acuerdos de pactos de gobierno colocan a directivos en empresas y organismos oficiales con apenas bagaje en el área que representa y sin casi conocimientos reales del funcionamiento de cada trabajo. Tomando casi siempre decisiones basadas en la ideología sin ninguna experiencia como, por ejemplo, el tema de los burros del Desierto de las Palmas, donde los técnicos desaconsejaban la práctica de poner animales para crear cortafuegos pero los iluminados cargos de Compromís impusieron su autoridad en virtud del cargo que representan argumentando medidas medioambientales y el resultado ya lo hemos visto. Burros muertos que pueden dar lugar a imputaciones por posible delito de maltrato animal. Pues como esto todo, desánimo y desasosiego en muchos funcionarios de carrera que ven como inexpertos políticos, en muchos casos jóvenes sin ninguna experiencia imponen sus criterios contra la profesionalidad de los trabajadores que llevan años desempeñando su labor y ven que por razones políticas no les tienen en cuenta.
Y por otra parte lo económico. Cantidades ingentes de dinero en subvenciones a asociaciones, en subvenciones a medios, siempre con claros tintes ideológicos, cursos, agendas, actividades que justifiquen salidas innecesarias de dinero y algo que pasa desapercibido pero es un chorro inmenso de gasto, los cambios constantes de logos, imágenes corporativas y formas de instalaciones, como las marquesinas de la EMT. Todo esto multiplicado por los cientos de chiringuitos oficiales.
Esto provoca el deterioro progresivo en el funcionamiento del engranaje necesario para que estas instituciones colaboren en el bienestar ciudadan.
No es así, por desgracia, son muchas las instituciones y áreas que sufren este mal político llamado “ideología” que esquilma los fondos públicos generando deuda pública muy elevada.
Aunque poco se sabe de esto porque no interesa sacarlo en muchos medios, no sea que pierdan las subvenciones.
