PLATAFORMA PER LA LLENGUA
Los sicarios de la lengua española
Esta llamada “ONG de la Llengua Catalana” es una asociación que trabaja para que (cito textualmente) “los 10 millones de habitantes de territorio de habla catalana puedan tener como lengua de cohesión social el catalán”.
A nadie se le escapa que si Cataluña tiene seis millones de habitantes, los otros cuatro salen de la Comunidad Valenciana (que llaman País Valencià, país como parte de paisos) y de Baleares, a los que intentan convencer que hablan catalán y no sus idiomas originales, valenciano y balear.
Y ahí es donde se encuentra la realidad de lo que sucede. Pero vamos por partes.
El principio de todo es el independentismo catalán, que considera que “los países catalanes” deben independizarse de España porque somos parte de otra cultura. Y ahí nos incluye a los valencianos y baleares.
La lengua es una herramienta fundamental, pues si hablamos catalán ya nos diferenciamos del resto de España y ya somos un territorio distinto, como dicen en sus postulados: “territorios de habla catalana”.
Muy sibilinamente, para evitar confrontaciones, nos permiten que aquí llamemos al idioma catalán “valenciano”, que para ellos es el catalán que se habla en Valencia dentro de las diversidades que ofrece su idioma.
Pero para conseguir que el catalán sea vehicular en estos territorios, esta “ONG del català” trabaja para eliminar el castellano progresivamente en la vida social.
Así comienzan en la enseñanza con la imposición de estudiar en catalán (al que llaman valenciano aquí en la Comunidad Valenciana) desde primaria hasta la Universidad, donde hace ya algunas décadas consiguieron eliminar la cátedra de Valenciano para estudiar solo catalán. Ahí cuentan con un aliado fundamental, "Escola Valenciana".
La enseñanza es solo un primer paso que les lleva después a trabajar desde una “perspectiva transversal en el ámbito socioeconómico i audiovisual y en las administraciones entre otros ámbitos de actuación”.
Así vemos como intentan que el mal llamado valenciano de la AVL, que es en realidad catalán, sea obligatorio para poder ser funcionario de la administración valenciana. Denuncian colegios que enseñan en español y utilizan hechos como lo sucedido en el restaurante de Gandía para tratar de amenazar al que no use el valenciano como ellos dicen.
No les importa que se hundan negocios, no les importa que se quede gente en el paro, no les importa que la calidad profesional en algunos ámbitos como la sanidad se vea mermada por la obligatoriedad del idioma, no. Para ellos forma parte de su objetivo y sus sacrificios. Es como una secta, solo les importa el resultado final dándoles igual quien se queda por el camino.
Lo peor es que se les está subvencionando con dinero de nuestros impuestos, de nuestro sudor y trabajo diario a través de la Diputación de Valencia o de diferentes consellerías de la Generalitat Valenciana peo también desde Barcelona y Cataluña. Cuentan con el apoyo de toda la izquierda valenciana, PSPV; Podemos, pero sobre todo Compromís, donde anidan los más radicales activistas del independentismo catalán en Valencia.
De ahí que veamos constantemente ataques a la lengua española tanto en la enseñanza como en la cultura y en las administraciones.
Esta mal llamada ONG del catalán es una herramienta más del sistema anti español tejido desde los suburbios ideológicos que vieron la luz gracias a la corrupción del Partido Popular que aprovechó la izquierda radical valenciana para poder generar una amplia campaña de desprestigio de la Comunidad Valenciana abriendo las puertas a poder erigirse en salvadores con el apoyo de diversos medios de comunicación (algunos aún hoy entregados a disimular sus fechorías como lo del ex de Oltra o el hermano de Chimo Puig) y las redes. Aunque estas últimas han perdido parte de su influencia, es más se les está volviendo en contra.
Aunque parece que no tenga importancia, todo toma otro relieve cuando entran en tu negocio y llaman a la policía porque no les contestas en catalán o no eres admitido como funcionario por no aprobar los exámenes a catalán del "mitjà".
Como buenos sicarios, no les importa a quien disparan (ideológicamente hablando, claro) ni el daño que hacen, solo les importa conseguir el objetivo para el que les pagan: asesinar a la lengua española en la Comunidad Valenciana.