Siempre me he preguntado si el azul turquesa es un azul verdoso o un verde azulado. Lo que es cierto es que en España estamos viendo una marea turquesa que surca los cielos políticos de nuestro país.
Veo que en muchas ocasiones a los políticos de les olvida que a quienes tienen que ilusionar es al electorado, no a sus bases y muchos menos a sus dirigentes. Y esto es lo que está sucediendo en el Partido Popular, que cada vez es menos popular y cada vez está más partido, entre diferentes familias.
Esto en la izquierda lo sabe muy bien y lo mueven socialmente muchísimo mejor.
La elección de Feijoo como presidente nacional pienso que es una huida hacia adelante del propio partido que se ha visto en la encrucijada de tener que improvisar un presidente tras los acontecimientos del affaire Ayuso-casado.
Y este devenir está provocando que muchos ojos azules se estén planteando mirar al verde,lo saben muy bien dentro del Partido Popular como demostró ayer un recuperado para la causa Esteban González Pons.
Ya no sé qué es lo que les preocupa más, si los enemigos de la bancada de enfrente, o los rivales cercanos que pueden ser los destinatarios de los votos que la nefasta gestión de la crisis interna del partido se les están cayendo por el camino.
Y sea como sea, la sensación que queda es que el Partido Popular ha perdido la brújula y eso en las urnas se nota, sobre todo cuando pones al frente a un dirigente nacionalista que está intentando eliminar el castellano en Galicia de la misma manera que en la Comunidad Valenciana lo está intentando el comunismo radical de compromís.
Y esos votos de la derecha está claro que tienen un nido verde pendiente de acomodarse.
Pero es lo qué los dirigentes del Partido Popular han decidido, hay quien incluso augura qué es el comienzo del fin del Partido Popular. Yo creo que no, pero tampoco descarto nada en política.
Cosas peores hemos visto
