Casi subterraneo es la consigna que desde la coalición con sede en la Pza del Pilar se ha dado a partir de ahora tras la firma la semana pasada del manifiesto contra els paisos catalans en el Ateneo.
No ha sentado nada bien en Compromís este movimiento que destapa las verdaderas motivaciones de la coalición.
Y la maquinaria de la estrategia politico social no ha dudado un minuto en ponerse en marcha.
Los medios afines y controlados por ellos deben de minimizar de inmediato cualquier movimiento tachándolo de residual y poco relevante.
Los líderes saldrán a culpar a la derecha de intentar crear una falacia donde agarrarse electoralmente.
Mientras, nadie nombrará nada de "els paisos", ni en coloquios, debates o declaraciones, salvo en aquellos que sean para desmentir que desde Compromís se fomenta el pancatalanismo para abonar el terreno y conseguir els paisos catalans.
Aunque sigan dando miles de euros de nuestros impuestos a entidades como Escola Valenciana, Plataforma per la Llengua o El Micalet de las magas entre otras cientos de entidades creadas para chuparnos los impuestos a base de actividades inventadas.
Se seguirán fomentando grupos que cantan en catalán y dando 3.000 euros por canción cantada como en la gala de elección de las cortes de honor en La Fonteta.
Se seguirán callando aunque Correos diga que El Tribunal de las Aguas celebra las sesiones en catalán o se seguirá fomentando la feria del libro en catalán en la Pza del Ayuntamiento de Valencia y manteniendo como conseller de cultura a un ex dirigente de Escola Valenciana que asegura que Els Paisos Catalans existen por mucho que el Estado diga que no y si que hay que desobedecer las leyes, lo haría.
La realidad es que Compromís ya no engaña a nadie y conocemos sus intenciones que ahora silenciarán para "no dar armas a la derecha" pero seguirán moviéndose en catacumbas sociales para avanzar hacia esta entelequia fusteriana.
