No pasa por sus mejores momentos la situación en la coalición de compromís. Se les está acumulando varios problemas y factores que están poniendo en entredicho algunos de sus fundamentos.
Como siempre sucede en estos casos tenemos que tirar de análisis de los hechos porque es evidente que ningún partido ni coalición airea sus cuitas internas.
Pero hay cosas que no se pueden ocultar, y esto es lo que estamos viendo.
Al conocido descontento que tiene la coalición con Mónica Oltra por el coqueteo con otras líderes nacionales de la izquierda que tuvo lugar en Valencia, se une la preocupación que tienen en la coalición por la propia imagen que Monica está dando con el tema de los abusos a menores Tutelados por su Conselleria.
Por otra parte la victoria de la facción de Chimo Puig al frente de los socialistas en la provincia de Valencia también deja expectativas sobre quién presentará batalla en la ciudad de Valencia en las municipales del año que viene, no olvidemos que una gran mayoría de concejales actuales son abalistas, situación que los deja en entredicho ante la derrota que el poder de Ábalos ha sufrido en el partido socialista.
Es sabido que compromís se siente muy cómodo con la inexperiencia de los concejales del PSPV actuales lo que les hace temer que la fuerza de Chimo Puig modifique algunos de ellos y coloque a otros con más fuerza política y llegada que realmente presenten batalla ilusionando a la izquierda desencantada con compromís.
A todo ello se suma el creciente rechazo popular a las imposiciones de compromís quienes saben que no lo pueden fiar todo a las futuras generaciones a través del adoctrinamiento en la enseñanza y tienen que mirar también el presente. Es más, lo uno condiciona lo otro, si en el presente siguen gobernando el adoctrinamiento en las aulas para las generaciones futuras lo tienen asegurado.

Fracasos como el producido ayer con el esperpento de las magas dan cuenta de que la popularidad de la coalición va cayendo en picado.
Otro detalle que va a calando a la gente sencilla y buena de la calle es el creciente apoyo cada vez menos disimulado de una parte de la coalición a la entelequia llamada países catalanes. Conocen muy bien el terreno y saben que Valencia no está abonada todavía para poder implantar esta tesis de una manera.
El apoyo generalizado a estas tesis también les está pasando factura.
Pero esto, lejos de alegrarnos a los que esperamos que el catalanismo separatista comunista abandone el poder en las instituciones, nos debe de preocupar. No olvidemos que si algo les ha llevado al poder y les ha permitido engañar a muchos valencianos ha sido la estrategia a todos los niveles, desde la mediática a la social y política.
Cuentan además con una potente masa de funcionarios de todos los niveles y de profesores y catedráticos universitarios que están pendiente de todo lo que se mueve para tratar de evitar que la nave zozobre.
Todo esto me hace no dudar que el aparato de la coalición estará estudiando qué estrategia implementar a partir de hoy mismo con estos condicionantes para tratar de recuperar la popularidad y recobrar la confianza de los electores en la decadente intención de votos que en estos momentos saben que tienen.
Una muestra de lo que digo la tenemos en la entrevista que ayer Mónica Oltra concedió a Las Provincias buscando blanquear su imagen por todo lo sucedido, tratando de minimizar asuntos como los abusos a menores y casi renegando de esa famosa reunión en el Olimpia. Sin duda, que salga en Las Provincias tiene un objetivo muy claro cómo es dirigirse a los que teóricamente no son sus votantes, pues sabe que una masa de votantes los tiene incondicionales por mucho que hunda Valencia.
Estaremos atentos si esa estrategia pasa por remodelar la imagen actual de la coalición o por el contrario se lanzan a un ataque desmesurado a la oposición como nos tienen acostumbrados, sobre todo cuando se ven rodeados.