La noticia destapada por el partido político Valencia Unida del hijo de Vicente Gonzalez Lizondo, ha removido las aguas en Valencia aún más de lo que a la izquierda valenciana le gustaría,
adictos ellos a llamar blaveros y ultras a todos aquellos que se oponen a sus tesis separatistas catalanistas.
Tras conocer que el director de filatelia de correos presentó en octubre un sello en homenaje al Tribunal de las Aguas, ahora se ha sabido que detalla que Los juicios de este tribunal valenciano se celebran en catalán. No sé si será casualidad que el director filatélico de correos es catalán.
A raíz de ahí ha empezado a cundir la indignación en los grupos que nos consideramos valencianos de verdad y rechazamos el catalanismo separatista que pregona la izquierda valenciana quienes, dicho sea de paso, no han abierto la boca ni desde los partidos de izquierdas, PSPV, Compromís o Podemos ni desde las instituciones por ellos gobernadas, sobre todo Ayuntamiento de Valencia o Generalitat valenciana.
Pero esto no es un hecho aislado dentro de una normalidad, es un hecho más dentro de esta dinámica que se ha visto acelerada en los últimos tiempos hacia un intento de normalizar el catalán. Así hemos visto como en la SER y en A Punt se están emitiendo anuncios fomentando el catalán en la Comunidad Valenciana como si fuera el nuestro sin ningún respeto al estatuto de autonomía. Además anuncios pagados por una entidad que se sostiene gracias a los subvenciones de las instituciones. Es decir, con nuestro dinero se está subvencionando que se diga en una radio nacional y en una televisión pública autonómica que aquí hablamos catalán. Repito, con nuestro dinero.
También hemos visto como algunos ayuntamientos gobernados por la izquierda valenciana solo premian redacciones navideñas de los niños si la redactaban en catalán, dejando fuera de los premios a los niños que presentaron redacciones escritas en español.
Y es que la izquierda radical valenciana catalanista parece que le está viendo las orejas al lobo sabedores que en mayo del año 2023 es muy probable que dejen el poder en muchas instituciones, lo que perjudicaría gravemente sus ambiciones separatistas para la Comunidad Valenciana y frenaría sus intentos de convertirnos en un país de Països Catalans. Hecho, por cierto, para el que ya se están preparando, una vez fuera del poder, para tachar a todo aquel que se atreva a tocar algo de lo que están construyendo de las más viles e increíbles acusaciones que veremos si de verdad la derecha valenciana se atreve a meter mano a tanto desmán ideológico.
Y es que este desespero por avanzar todo lo posible hacia los catalanes en todos los ámbitos de la sociedad valenciana solo puede obedecer a un hecho, que en las encuestas privadas no cocinadas que manejan los partidos se vean fuera del gobierno autonómico. Quizá agravado por la imagen que Mónica Oltra está dejando por el caso de su exmarido hasta el punto que la nueva sindica de compromís ha dejado claro que se abren las puertas del partido para conocer alternativas de liderazgo que dejen fuera a la propia Oltra que según informaciones desde dentro del partido, les puede estar perjudicando mucho en la intención de voto.
A partir de ahora habrá que mirar con mucha más profundidad cualquier movimiento de la izquierda valenciana, toda ella catalanista, Y entender la razones por las que hacen cada movimiento.
