Hi ha un dit que diu que si no pots véncer a l'enemic, unix-te a ell.
I açò sembla que és lo que li esquerra valenciana està duent a l'extrem en les festes de Nadal, pero en una particularitat, tractant de despersonalizarla intentant que perga la seua verdadera raó de ser per a convertir-la en una festa pagana.
En la ciutats i pobles de la Comunitat Valenciana a on governa l'esquerra, be siga radical en Compromís i Podemos o inclús la socialista, hem vist multitut d'elements que despersonalizen el verdader orige de la festa de Nadal.
Carrers i places adornades en allumenament sense cap detall nadalenc, elements totalment aliens al Nadal en les cavalcates com a dragons, batucada o personages que res tenen que vore en els tradicionals del Belen que falten totalment el respecte a la tradició…
I ya no parle de la falta d'ambientació musical en cançons de Nadal i música d'acort en estos temps.
A açò afegim la justificació de canviar els belens per a montar-los en zones menys visibles.
Tot en tal d'anar restant al Nadal dels elements religiosos, lo que fa que perga cada any una part de l'encant que tots recordem de chiquets.
Al final és lo que han fet, saben que véncer al Nadal pot ser contraproduent i lo que han fet com cavall de Troya és intentar dinamitarla des de dins.
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LA NO NAVIDAD
Hay un dicho que dice que si no puedes vencer al enemigo, únete a él.
Y esto parece que es lo que le izquierda valenciana está llevando al extremo en las fiestas de Navidad, pero con una particularidad, tratando de despersonalizarla ella intentando que pierda su verdadera razón de ser para convertirla en una fiesta pagana.
En la ciudades y pueblos de la Comunidad Valenciana donde gobierna la izquierda, bien sea radical con compromís y podemos o incluso la socialista, hemos visto multitud de elementos que despersonalizan el verdadero origen de la fiesta de Navidad.
Calles y plazas adornadas con iluminación sin ningún detalle navideño, elementos totalmente ajenos a la Navidad en las cabalgatas como dragones, batucada o personajes que nada tienen que ver con los tradicionales del Belen que faltan totalmente el respeto a la tradición...
Y ya no hablo de la falta de ambientación musical con villancicos y música acorde con estos tiempos.
A esto añadimos la justificación de cambiar los belenes para montarlos en zonas menos visibles.
Todo con tal de ir restando a la Navidad de los elementos religiosos, lo que hace que pierda cada año una parte del encanto que todos recordamos de niños.
Al final es lo que han hecho, saben que vencer a la Navidad puede ser contraproducente y lo que han hecho cual caballo de Troya es intentar dinamitarla desde dentro.