La coalición de comunistas y independentistas catalanes de Valencia amparados bajo el paraguas de este nombre, Compromís, y un logo engañoso es hoy más miserable de lo que ya sabíamos.
Su silencio ante los hechos del ex de Oltra y las maniobras de la misma Mònica para intentar culpar a la menor, o exculpar a su ex, quien sabe, delata una hipocresía máxima. Y como esto muchas cosas más.
Un caso que cogieron como un perro coge a su presa y no la suelta, para obtener beneficio político, para llamar ladrones a unos concejales en todos los plenos municipales y para ganarse la confianza del electorado crispando la vida social en Valencia sin importarle la imagen que nuestra tierra daba fuera, les ha explotado en toda la cara y tienen que soltar a la presa.
Ya no les vale esto ni las 10 causas archivadas a Camps.
Llegaron al poder gracias a la mentira.
Incluso algún partido mantuvo en el cajón algunos casos un año para sacarlo a la luz semanas antes de las municipales de 2015. Aunque luego se archivara. Ya les había servido.
Pero tranquilos, no habrá 80 portadas seguidas en el Levante EMV o El País ante este archivo, ni especiales en la SER o en La Sexta tertulias destacando que todo era mentira mientras pedían dimisiones de los imputados cuando ahora en Compromís mantienen a procesados en el cargo de concejal.
Ahora ya no tienen que dimitir.
El silencio mediático y la falta de disculpas no será motivo de comentario en las redes.
Antes era hacer justicia. Ahora denunciar lo que ellos hacen es judicializar la política.
Cuando era al revés, antes judicializaban la política para beneficiarse, ahora tildan a los jueces que les son contrarios en sus sentencias de “fachas”.
El tiempo pone a cada uno en su sitio.
Con este archivo se demuestra que a Compromís le importa poco la ciudadanía.
Solo los que se dejan engañar o los estómagos agradecidos que quieren que siga en el poder para seguir manteniendo los beneficios de sus cargos y subvenciones, les creen y les votan.