Tras la reunión del martes con la consellera Ana Barceló, me gustaría dar mi opinión personal sobre la celebración de las fallas 2021 en septiembre.
Sabéis que desde el principio he dicho que sí, pienso que era necesario para las fallas poder plantar y quemar. No solo por los artistas falleros, sino también por toda la industria que se mueve en torno a la fiesta, por todo el sentimiento, por toda la ilusión y por todo lo que supone las fallas para Valencia.
Tenemos que tener presente que hay un virus, pero hay que tenerle respeto, no miedo. El miedo atenaza, el respeto nos hace ir con cuidado.
Es un riesgo sin duda, pero no mayor que otras actividades que se están celebrando e incluso hechos cotidianos como subir al metro o ir a unos grandes almacenes.
De la reunión y de los prolegómenos tengo que decir que ha sido una batalla por el acuerdo dura, que me ha sorprendido la predisposición de quienes hasta hace poco tiempo nos ninguneaban y nos ponían trabas mayores de las que le ponían a otros colectivos.
Quiero pensar que les ha llegado el malestar generado entre el mundo fallero por sus agravios y no han caído en saco roto las múltiples quejas que se han manifestado en la redes, en los medios y en las propias reuniones que han mantenido con los representantes falleros.
Hay que tener en cuenta que esto también es mérito de quienes se han empleado a fondo tanto en horas como el esfuerzo desde la parte fallera.
Hay un detalle claro, para acordar lo que se acordó anteayer no hacía falta cerca de tres horas. Sin embargo eso es lo que tardo en cerrarse el acuerdo para poder celebrar las fallas en septiembre, señal de que no fue una conversación fácil.
Y ese esfuerzo hay que reconocerlo desde un punto de vista objetivo, en una parte de la mesa estaban quienes cobran por hacer eso, técnicos de la Conselleria y la propia consejera. Y de la otra falleros que tienen su trabajo habitual fuera de las fallas y que sin cobrar nada se han estado partiendo el pecho para conseguir los objetivos.
Por lo que globalmente creo que ha sido un gran resultado todo lo que se nos va a permitir hacer en septiembre.
Dar las gracias a los que han llevado desde la parte fallera las conversaciones para convencer de algo que hace apenas tres meses parecía imposible.
Para finalizar mi opinión dos detalles.
El primero para todos aquellos que critican que se haga fallas. Si no quieren participar en ningún acto o no quieren bajar, es muy sencillo que no vengan pero que nos dejen a los que si queremos la fiesta en paz.
El segundo es para los que intentarán buscar y rebuscar algún contagio durante la celebración de los actos falleros y que intentarán ensuciar el nombre de las Fallas decirles que somos conscientes de que puede haber, pero no mayor de lo que hay en cualquier celebración que vemos día día.
El mismo día de la reunión preguntaba yo si nos iban a tener en cuenta o una vez más nos iban a tomar el pelo, si desde los falleros se iba a pegar un puñetazo en la mesa o se iban a dejar humillar.
Pues bien, viendo lo que vamos a poder hacer creo que esta vez sí que han entendido la dimensión que suponen las fallas para nuestra comunidad autónoma.
Ahora solo espero que entiendan que la música es necesaria, por tanto que las bandas de música deben de salir en los pasacalles y la ofrenda.
Reitero mi felicitación a los agentes falleros que han participado de estas conversaciones y la predisposición de la Conselleria a permitirnos celebrar las fallas en 2021