Los acuerdos con Sánchez son casi incumpibles

Por Pepe Herrero

El comunismo (del latín communis, «común, compartido») es un sistema político y un modo de organización socioeconómica, caracterizado por la propiedad en común de los medios de producción, así como por la inexistencia de clases sociales, del mercado y del Estado en su fase final teórica.

Eso en teoría. Pero todos sabemos que no, que la realidad ha distorsionado este relato convirtiéndolo en dictaduras sangrientas y terribles que hunden cualquier economía y cualquier pueblo al que consigue engañar. Cuba, Nicaragua, Venezuela, Corea del Norte… son algunos ejemplos. El odio a la propiedad privada, al enriquecimiento de los empresarios y a la libertad son los puntos más significativos del comunismo.

El comunismo confeso de Yolanda Díaz obliga a Pedro Sánchez a aceptar en el posible pacto de gobierno medidas tendentes a llevarnos a un sistema comunista, aunque luego saben que va a ser muy difícil aplicarlo.

Medrando en el objetivo, el acuerdo de reducir las horas semanales de trabajo manteniendo sueldo o subiendo el salario mínimo, es una manera de avanzar en estos objetivos, pues reduce el beneficio al empresario a la vez que, al subir el sueldo, la cotización que se paga aumenta al ser porcentual. Con lo que el logro es doble.

Esto, en una economía creciente se podría entender, pero en una menguante como la española, es un suicidio.

Medidas que se han presentado sin los principales actores, empresarios y sindicatos. Aunque ya sabemos que dos de los sindicatos más fuertes en España no van a poner reparos, UGT y CCOO, sindicatos socialista y comunista. Dos sindicatos que promueven el odio al empresario y a su enriquecimiento mientras sus mandamases dan buena cuenta de las mariscadas que pillan.

Al final todo es ruina. A los países comunistas me remito.

Sea como sea, esta medida como otras de las expuestas ayer, por ejemplo lo de los vuelos domésticos, se saben muy complicadas de imponer. ¡Pero chico! Queda muy bien cara a la galería y a vender titulares de “las cosas chulas” que dicen que hacen.

Solo os digo una cosa ¿Comunismo? ¡No gracias!

El que lo quiera, que se vaya a Venezuela o a Cuba, que estará muy a gusto allí.