No todos somos iguales.

Por Pepe Herrero

Leo con estupor como la imputación de Ribó ha pasado de lo más desapercibida a pesar de que está próxima la fecha de su declaración en el juzgado.

Leyendo la noticia del digital Es Diario son muchas las preguntas que me asaltan y la indignación que me supone.

Vamos por partes.

Que ningún medio haya hablado de esto cuando en otros casos las filtraciones judiciales son inmediatas, antes incluso de que salgan del juzgado (os hablo por propia experiencia) y esta no se haya sabido nada hasta ahora que lo ha publicado el digital, demuestra que no todos somos iguales.

Y no todos somos iguales pues para el propio Ribó yo fui culpable desde el primer día sin haberse dictado si quiera mi investigación retirándome la acreditación para emitir en directo el nombramiento de la fallera mayor de Valencia por lo sucedido el 9 de octubre del 17.

Ahora el imputado es él y dice estar muy tranquilo.

Pues según su doctrina empleada conmigo, ahora debería dimitir, apartarse de la concejalía y dejar de recibir el dinero asignado a ese puesto en el Ayuntamiento de Valencia.

Como también debería tomar medidas Sandra Gómez quien hasta ahora, cada vez que he participado en un pleno municipal, se ha ido para no escucharme.

Ahora no lo hará cuando hable Ribó, ahora se quedará pues argumentará que hay "presunción de inocencia", la misma que siempre me han negado, desde el principio hasta ahora.

Tampoco somos iguales para la prensa. Conmigo se aireó todo, lo que declaré, lo que hice, lo que no hice. Ahora, todos, casi todos de momento, los medios callados.

Los mismos que le pedirán explicaciones a Ribó y que nunca se han dignado en seis años a dirigirse a mi para que pueda dar mi versión ante acusaciones falsas, infundadas y carentes de veracidad ante la gran manipulación generada desde el primer día.

No sé lo que pasará, pues desconozco el tema. Pero bien dice el dicho que "siéntate en la puerta de tu casa, y verás el cadáver de tu enemigo pasar".

La vida es un espejo, si le sonríes, te devuelve una sonrisa. Si haces mal, también lo recibirás., Siempre te devuelve lo que le das.

¡Animo Juanito! Sé fuerte.