Sobre la posibilidad de que se celebren elecciones anticipadas autonómicas según leímos ayer por la activación publicada en el DOGV, me gustaría dejar un par de reflexiones.

Varios son los factores que creo que han movido a Chimo Puig a alertar sibilinamente sobre esta posibilidad.
Por una parte creo que puede ser frenar el “efecto Ayuso” y no dejar que el PP se rearme con él más que posible nuevo líder evitando la pérdida de votos de la izquierda que se viene vaticinando desde las elecciones autonómicas de Madrid.

Por otra parte está viendo como compromís va a la baja y es una oportunidad para marcar distancias con los de la sonrisa.
Últimamente estamos viendo unas diferencias notables entre los socios de gobierno, sobre todo con Mónica Oltra.

Un adelanto electoral autonómico para finales de año pienso que pillaría tanto a socios de gobierno como partidos de la oposición con el pie cambiado en mayor o menor intensidad, pero todos con el pie cambiado, lo que le permitiría afianzar el liderazgo autonómico al Partido Socialista.
Y esto ha encendido todas las alarmas.

Creo que el momento de hacerlo no es casualidad, quieren aprovechar los buenos datos sanitarios que llevamos durante varias semanas y la bajada del paro que ayer se anunció del pasado mes de mayo, los dos datos más preocupantes que en estos momentos tenemos todos.

Si a esto sumamos la incapacidad manifiesta de los partidos valencianos para ponerse de acuerdo entre sí en una causa común, los ingredientes necesarios para intentar el asalto a una mayoría absoluta por parte de el PSPV los tiene sobre la mesa preparados para cocinarlos.