Llevo tiempo escribiendo sobre la pandemia, sus consecuencias y su dinamica social y política.

Muy a mi pesar, la información y opinión fallera está aparcada en gran medida porque mi preocupación es la crítica situación que estamos viviendo.

Y mientras os escribo y comento lo que va sucediendo día a día, me gusta bucear entre las cloacas de la política Valencianas tratando de estudiar movimientos y decisiones de las que sólo trasciende la parte que les interesa.

Hay detalles y cosas que guardo que tendré que usar en su momento. Pero os aseguro que nada de lo que sucede en Valencia y en la Comunidad Valenciana es producto del azar.

Decía Goebbels en sus métodos de propaganda nazi que “lo ideal era reunir diversos adversarios en una sola categoría para conseguir una suma individualizada”.

Y la izquierda tomó muy buena nota aprovechando estos métodos nazis. Y os doy un ejemplo: “la foto de Colón”.

¿Y que es la foto de Colón? Es la foto que se hicieron Abascal, Casado y Rivera contra el Gobierno de Sanchez antes de convocar las primeras elecciones.

Cuando se le pedía a Sanchez que convocara elecciones tras la moción de censura a Rajoy, con el sabio consejo del ex del PP Ivan Redondo, esperó el momento oportuno.

Al tener la foto de los tres, consiguió el objetivo goebbeliano de tener a los tres juntos. La manifestación de Colón permitía unificar a los tres partidos en las llamadas “derechas” consiguiendo la “suma individualizada” que decía Goebbels.

Lograda la foto, ya tenían un enemigo común, y se convocaron las elecciones. La torpeza de la derecha y el globalismo hicieron lo demás.

Ahora, en nuestra tierra, llevamos tiempo viendo como suceden cosas inexplicables que nos llaman la atención.

Desde que entró la izquierda radical en el gobierno valenciano, no hay detalle al azar. Podía enumeraros cientos de detalles que llevo seis años comentando que me han costado caro, pero no me arrepiento. .

Y hoy, dentro de este contexto, me ha alarmado un detalle que puede que para algunos sea insignificante. Para mi no lo es. Y os cuento.

La hostelería en general y la noche en particular es un terreno muy difícil de controlar, tanto en su funcionamiento interno como en lo que lo rodea. Cientos y cientos de reuniones, comidas y cenas no se pueden celebrar reduciendo posibilidades de generar corrientes contrarias a la estrategia política actual.

Sabiendo que los números dicen que la hostelería apenas provoca un 2% de los contagios y que es donde más seguridad e higiene vemos, es complicado entender ese cierre draconiano y esa inquina mostrada. Pero hoy algo me ha encendido la alarma.

No es el hecho que el número 2 de Chimo Puig asesore a través de su bufete de abogados como demandar a las aseguradoras evitando que los hosteleros vayan contra el Consell, por muy poco ético que esto sea.

Es algo que analizando lo más profundo del proceder de esta izquierda radical que nos gobierna en algunos temas emplea.

El Gobierno Valenciano tiene comprada parte de la prensa, y asi se permite ejemplos como lo que hemos visto. Y es que se publique en un digital independentista un artículo contra la apertura de los bares y que el portavoz del PSPV en las Cortes Valencianas y número 2 de Chimo Puig, Manolo Mata (si, el del bufete) utilice para justificar la medida de que sigan cerrados.

Y empiezas a hilar. Y empiezas a ver qué nada es casualidad. Y ves que la alerta es seria.