Goebbels fue el creador de los 11 principios de la propaganda Nazi y esto ayudó a que Hitler tuviera el poder que consiguió.

Un Hitler, por cierto, que también ganó unas elecciones.

La conversación de WhatsApp que estos días se ha comentado de unos militares retirados sobre fusilar a 26 millones de españoles, forma parte de esta estrategia de propaganda. Y os cuento.

La entrada en el CNI de Iglesias le permite conocer secretos de Estado y también controlar todo, como las conversaciones de esta red de mensajería instantánea.

Ello le ha llevado a utilizar esta conversación para disimular otras cosas. Pero partamos desde el principio.

El primer principio de Goebbels es el de la "simplificación", que no es otra cosa que unificar al enemigo. Adoptar una idea única idea o símbolo para individualizar al enemigo.

De esta forma,  la izquierda gobernante en España fomenta la idea es de que la "derecha" es mala malísima. La foto de "Colón" donde se manifiestan juntos Vox, Ciudadanos y el PP fue aprovechada para unificar al enemigo: La derecha. Ya estaban todos juntos. Ya tenemos al enemigo unificado.

A partir de ahí, siguiendo la estrategia nazi, escogen un grupo de la sociedad para poner al resto de la sociedad en su contra. Hitler fue contra los judíos, por ejemplo. Estos van contra los "fachas", los que ellos llaman "fascistas". Y así cumplen con esta norma a la perfección. De ahí palabras que utilizaron como el "trifachito" para ridiculizar a toda la oposición, por ejemplo. 

Una vez localizado el enemigo y empleando los medios de comunicación a su favor con una enorme influencia sobre las redes sociales, toca crear la idea social de "enemigos del Estado". La creación social de una ideología de que ciertas partes de la sociedad son absolutamente malas y que deben ser eliminadas. Por ejemplo, los partidarios del PSOE o Podemos califican a todos los que son contrarios a ellos como "nazis" o "ultraderechistas". Igual sucede en Valencia, donde la pelea callejera del 9 de octubre de 2017 sirvió para PSPV y Compromís para calificar de "ultra derechistas" a todo aquel que osara llevar la bandera de España o la Real Senyera en contra de una exhibición de esteladas por unos grupos minoritarios.

Pero los gigantes de la comunicación en España como La Sexta, La SER, El País o ahora, la propia RTVE (En Valencia A Punt, Levante EMV) y los gigantes de la tecnología, como esta red donde publico esto o Twitter, impulsan estas ideas de una forma selectiva, borrando comentarios en contra de estas ideas de izquierda permitiendo comentarios de líderes de la izquierda que dichos por la derecha serían considerados como "comentarios de odio".

Otro de los principios es el de la "la exageración y desfiguración". Y eso es lo que ha sucedido con el chat de los ex militares del que se está hablando estos días.

Una conversación privada (como todos tenemos) con barbaridades (como todos hacemos en los grupos) es utilizada casi como una amenaza de Estado para disimular la realidad de otras noticias mucho más preocupantes que nos llegan a diario.

Así no se habla de que hemos pasado a ser el país de Europa con más paro juvenil, que hemos pasado del puesto 5 al 15 en el ranking de países más seguros para las mujeres, de que los vascos han exigido a cambio del apoyo de los presupuestos de Sánchez anexionarse a Navarra, que los catalanes de ERC piden la liberación del los presos del "procés", de que somos el país peor gestionado económicamente en la pandemia o el que peores perspectivas de futuro tenemos. Entre otras muchas noticias que salen día a día.

Eso sin contar con los "olvidados" casos de las maletas de la Delcy, la tarjeta de Dina, la imputación de Echenique por las cuentas de Podemos o no querer investigar los abusos a las menores en acogida de Baleares por haber sucedido durante el gobierno socialista.

Tampoco se habla de los 680 millones quemados por el PSOE en Andalucía o la cantidad de procedimientos judiciales que allí mismo misteriosamente "han prescrito".

Mientras siguen tomando decisiones que irritan a buena parte de la población pero que son repelidas con otro principio de la propaganda nazi como es el de "la transportación" que hace que se cargue sobre la oposición sus propios defectos o errores contraatacando como hemos visto, por ejemplo, en la portavoz socialista en el Congreso cuando acusa a la oposición de generar discursos de odio por decir que no están de acuerdo con sus políticas.

Es decir, criticar la política del Gobierno como ellos hacían entonces era un derecho y libertad de expresión y si se lo hacen a ellos son discursos de odio.

Y eso sucede con el chat de los ex militares, magnifican esta conversación cuando os dejo abajo frases que los mismos que ahora se escandalizan dijeron cuando eran oposición:

IRENE MONTERO: 

"#FelipeNoSerasRey que vienen nuevos recortes y serán con guillotina."

"Cualquier rey que pase por la guillotina es bienvenido."

TANIA SÁNCHEZ: Una familia real de gatillo fácil y huesos débiles solo tiene una salida.

PABLO IGLESIAS: Alcalde de Leganés: 4 sueldos, 2 viviendas y mucha cara. Hacen falta más recortes sí... pero con guillotina.

PABLO SOTO: 

"Matar a un ministros ¿cuantos años de cárcel son?"

"De vuelta por Madrid tras 2 semanas por Turquía, Grecia, Italia... Muy decepcionado con todos vosotros porque Rajoy sigue vivo.

JORGE GARCÍA CASTAÑO: 

"Compañeras, creo que ha llegado el día de empalar a Ton Cantó"

ÍÑIGO ERREJÓN: 

"El nazismo fue derrotado por 20 millones de soviéticos que dieron su vida. No tengo problemas con el uso de la violencia.

Todo esto sin contar algunas "perlas" de Iglesias como las que "emocionarse cuando apalean a un polícia" o sus palabras a Mariló Montero "que la azotaría hasta hacerla sangrar".

Palabras que dichas por alguien de la derecha causarían más revuelo que el chat de los ex militares que ahora se comenta.

Cuando el perro del ébola, toda la izquierda pedía la dimisión de la ministra de Sanidad y de Rajoy, era libertad.

Anteayer Nadal no pudo decir que le gustaría que este gobierno dimitiera. Hubiera sido colgado del palo mayor de las redes y los medios.

Y los presupuestos generales, en lugar de promover el empleo y la economía, se tildan de "sociales" porque lo que persiguen en una dependencia del Estado de cuantos más ciudadanos mejor, así controlan todo.

Les falta el Poder Judicial, pero en ello están. 

¿Estamos inmersos ya o no en una dictadura chavista?